Google anunció este lunes que pronto mostrará el Golfo de México como el “Golfo de América” en su plataforma Google Maps, una vez que el gobierno federal de Estados Unidos actualice sus mapas oficiales. La decisión sigue la declaración del presidente Donald Trump para renombrar la región.
Sin embargo, este nombre es algo singular, puesto que para Estados Unidos, “América” significa que es su país -United States of America-, aunque para todo el mundo no sea así, puesto que es el nombre de toda la masa continental desde Groenlandia, hasta la Tierra del Fuego. Por lo que hasta ese nombre queda un poco parcial en términos oficiales de la geografía.
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“Hemos recibido algunas preguntas sobre los nombres en Google Maps”, escribió Google en sus redes sociales. “Tenemos una práctica establecida de aplicar los cambios de nombre cuando se actualizan en fuentes oficiales del gobierno”.
We’ve received a few questions about naming within Google Maps. We have a longstanding practice of applying name changes when they have been updated in official government sources.
— News from Google (@NewsFromGoogle) January 27, 2025
Trump firmó una orden ejecutiva el día de su inauguración presidencial, declarando que el golfo era “nuestro” y debía ser renombrado, junto con la montaña más alta de América del Norte. La orden buscó cambiar el nombre de Denali, en Alaska —restaurado en 2015 a su denominación nativa—, de vuelta a Mount McKinley.
“El Golfo de América ― qué nombre tan hermoso”, afirmó Trump en una conferencia de prensa este mes. “Es apropiado. Hacemos la mayor parte del trabajo allí. Es nuestro”.
Pensando en esta vocación nacionalista que tiene Donald Trump en cuanto a la identidad de Estados Unidos, aunque habla de la productividad y del uso que le da su país al internacionalmente conocido Golfo de México.
Aunque nunca lo ha mencionado, en casa tiene a New Mexico. Esta entidad del suroeste de Estados Unidos tiene el nombre que posiblemente no le resulte tan cómodo. La entidad es limítrofe con Chihuahua, Texas, Arizona, Colorado, un pequeño límite con Oklahoma y Sonora. Es considerada la entidad donde la prevalencia de descendientes mexicanos y latinoamericanos es más alta, que alcanza un 47.7% de los encuestados en el Censo de 2020.
Para que un presidente de Estados Unidos cambie el nombre de un estado, no tiene autoridad directa para hacerlo, ya que la Constitución otorga ese poder a los gobiernos estatales y no al ejecutivo federal. Sin embargo, el proceso implicaría varios pasos políticos y legales que requieren la colaboración entre el estado, el Congreso y, posiblemente, los votantes.
Primero, el cambio de nombre debe ser aprobado por la legislatura estatal del estado en cuestión, en este caso Nuevo México, y generalmente requiere la firma del gobernador. Posteriormente, el estado debe notificar al gobierno federal sobre el cambio propuesto.
El Congreso de Estados Unidos tendría que aprobar el cambio mediante una legislación formal, ya que el nombre de los estados está establecido en documentos oficiales y mapas federales. Además, dependiendo de las leyes estatales y del impacto del cambio, podría ser necesaria la aprobación de los votantes a través de un referéndum.
Un presidente puede influir en este proceso mediante órdenes ejecutivas simbólicas o presión política, pero no puede imponer el cambio por sí solo. Este tipo de modificaciones son inusuales y suelen enfrentar debates culturales, históricos y políticos significativos, lo que hace que el proceso sea largo y complejo.
Lo de Donald Trump y el Golfo de México no es una novedad, las disputas territoriales y diplomáticas entre naciones han creado brechas para identificar espacios geográficos.
Sin despegarnos mucho de las disputas con Estados Unidos, el río fronterizo y limítrofe entre México y el país del norte. En el lado mexicano y en el mundo de habla hispana se le conoce como Río Bravo, sin embargo en las lecciones de geografía en el mundo anglosajón se le llama Río Grande. Tras la Guerra de Independencia de Texas (1836) y el Tratado de Guadalupe Hidalgo (1848). En México, se mantuvo el nombre “Río Bravo”, mientras que en Estados Unidos se popularizó “Rio Grande”. En el punto donde se hace más evidente esta transición del nombre es en el límite de Ciudad Juárez con el área de El Paso, puesto que desde esa zona el nombre cambia.
Si consultas el mapa desde Argentina dirá específicamente Islas Malvinas, pero para los que no estamos en el país del tango y las Copas del Mundo se leerá Falkland Islands, nombre que le asignaron los británicos tras tomar el control del archipiélago del Atlántico sur y entre paréntesis el nombre dado por Argentina.
El mar que se localiza entre el archipiélago japonés, la península coreana y el extremo oriente de China y Rusia, para los japoneses es llamado “Mar de Japón” mientras que para el resto es el “Mar del Este”.
El sureste asiático tiene su disputa contra China, ya que este llama a esta porción del Oceano Pacifico “Mar de la China Meridional”, pero los filipinos lo llaman “Mar de Filipinas Occidental”, los vietnamitas le nombran “Mar del Este”.
El espacio marino entre Arabia Saudí, Irán, Kuwait, Qatar y Emiratos Árabes Unidos tiene dos nombres que generan la disputa entre las dos mayores potencias de la región, para los saudíes es llamado “Golfo Arábigo” aunque para los iraníes es “Golfo Pérsico”.
Estas disputas no son nuevas, aunque las vemos en otras regiones del mundo es probablemente la más reciente que enfrentemos en nuestro continente.
Los usuarios en México no verán este cambio reflejado. “También es una práctica establecida: Cuando los nombres oficiales varían entre países, los usuarios de Maps ven el nombre oficial de su región local”, agregó Google. “En el resto del mundo, se muestran ambos nombres. Este caso no es la excepción”.
Con esta medida, Google reafirma su compromiso de reflejar los datos geográficos oficiales, aunque el cambio de nombre ha generado reacciones encontradas en la comunidad internacional. N
