Miles de hombres participan en grupos de chat en Telegram donde intercambian consejos sobre cómo abusar sexualmente de mujeres, según una reciente investigación alemana revelada por ARD y su equipo de investigación STRG_F. Estas comunidades, con hasta 70,000 miembros, operan principalmente en inglés y reúnen participantes de diversos países.
Los usuarios en estos grupos han confesado haber agredido a mujeres de su círculo cercano, incluyendo esposas, parejas, hermanas y madres. Además, comparten instrucciones detalladas para cometer estos delitos, junto con imágenes y videos en vivo de los abusos.
Una investigación del medio alemán ARD y su equipo STRG_F reveló que usuarios de grupos en Telegram comparten consejos sobre cómo sedar a sus parejas, incluyendo enlaces a tiendas en línea donde se venden sedantes disfrazados como productos de belleza.
Las autoridades alemanas han logrado ciertos avances recientes al persuadir a Telegram para que comparta información en casos relacionados con terrorismo y abuso sexual infantil. Sin embargo, el fundador de Telegram, Pavel Durov, fue arrestado en Francia en agosto, acusado de no abordar adecuadamente la distribución de contenido ilícito, aunque él ha negado las acusaciones
Un caso alarmante involucró a un hombre alemán que sedó a su esposa y la ofreció a otros miembros del grupo. Este suceso recuerda el juicio en Avignon, Francia, donde Dominique Pelicot fue condenado a 20 años de prisión por drogar a su esposa y permitir que otros hombres la violaran.
Telegram, fundado en 2013 por el empresario tecnológico ruso Pavel Durov, se ha convertido en un refugio para actividades ilícitas debido a su negativa a colaborar con agencias gubernamentales. Los investigadores encontraron que los miembros de estos grupos incluso comparten enlaces a tiendas online que venden sedantes disfrazados de productos de belleza, facilitando aún más los abusos.
Aunque Telegram afirma tener una política de “tolerancia cero” hacia el mal uso de su plataforma, los esfuerzos para cerrar estos grupos han resultado ineficaces. A pesar de que algunos chats fueron desactivados, los usuarios rápidamente compartieron enlaces a nuevos grupos.
Un reportaje del medio portugués Público.pt expuso cómo se comparten masivamente imágenes íntimas de mujeres sin su consentimiento, incluyendo fotos tomadas bajo sus faldas (upskirting), una práctica que no es delito en Portugal. Las víctimas describen sentirse humilladas y acosadas, mientras que las fotos circulan con etiquetas como “Madre e hija” o “Mujeres embarazadas”, y en algunos casos, con nombres o ubicaciones geolocalizadas.
Este fenómeno no se limita a un solo grupo; existen comunidades similares con decenas de miles de miembros, lo que resalta la magnitud del problema.
El aumento de contenido de abuso sexual infantil y agresiones en plataformas como Telegram ha llevado a autoridades en Alemania y otros países a exigir mayores poderes para rastrear direcciones IP y actuar contra los responsables. N
