Cuando tomas un vuelo ¿valoras llegar puntualmente a tu destino, viajar de forma segura y que la aerolínea tome medidas para reducir su impacto ambiental? Si respondiste “sí” a alguno de estos aspectos significa que estás alineado con los beneficios que impulsa la transformación digital en la industria aérea, indispensable para mejorar la experiencia del pasajero, incrementar la eficiencia operativa e impulsar la sostenibilidad. Y aún más en una industria que ha estado tradicionalmente arraigada a procesos manuales y sistemas heredados.
¿Pero qué es exactamente la transformación digital en la industria aérea? Se trata del proceso que conlleva integrar tecnologías avanzadas en todas las áreas operativas y de servicio de aerolíneas y aeropuertos. Por ejemplo, el uso de inteligencia artificial (IA) para procesar grandes volúmenes de datos (big data) con el objetivo de identificar patrones que ayuden a prevenir riesgos o generar nuevos servicios, como cuando se está a bordo de un avión con dirección a un destino vacacional y, de repente, la tripulación recibe un ajuste en tiempo real para evitar turbulencias inesperadas. Gracias a esta corrección, basada en un análisis predictivo, el viaje puede transcurrir de manera segura y sin contratiempos.
Otra tecnología en la industria aérea que forma parte de esta transformación digital es la infraestructura en la nube. Esta innovación permite mejorar la puntualidad de las aerolíneas mediante el monitoreo de datos en tiempo real. Asimismo, si una aerolínea experimenta una falla en su centro de datos principal, la aerolínea puede rápidamente activar un plan de contingencia al tener una réplica de la información crítica en la nube.
Esto sin duda apoya a la experiencia del usuario, lo cual resulta esencial en un mercado donde solo el 43.45 por ciento de los pasajeros están satisfechos con los servicios aéreos, según un estudio de Maven Analytics.
La transformación digital en la industria aérea no se limita a la eficiencia; también impulsa la sustentabilidad, un tema cada vez más urgente en el sector aéreo. Las aerolíneas están adoptando sistemas de logística inteligente para reducir su huella de carbono, lo que optimiza rutas y mejora el consumo de combustible.
La inteligencia de datos en tiempo real también permite planificar proyectos más directos y evitar áreas de congestión o condiciones climáticas adversas, lo que se traduce en menores tiempos de vuelo y en una reducción de emisiones de CO2.
Otra innovación es el mantenimiento predictivo, el cual permite que los aviones reciban mantenimiento únicamente cuando sea necesario en lugar de seguir un calendario fijo. Así, las aerolíneas ahorran recursos y minimizan el desperdicio de insumos mientras optimizan el uso de su flota.
Además, las aerolíneas han comenzado a invertir en plataformas de seguimiento de emisiones que permiten monitorear y cuantificar las emisiones de CO2. De esta forma se identifican áreas de mejora y se cumplen los objetivos de sostenibilidad como reducir la huella de carbono en la industria.
La innovación digital seguirá siendo esencial para que las aerolíneas mantengan su competitividad. Tecnologías en aviación como el blockchain permiten una mayor trazabilidad y transparencia en las operaciones. Esto se complementa con la automatización en la atención al cliente mediante chatbots y asistentes de IA, lo cual redefine la experiencia del pasajero.
El futuro de la industria aérea será uno en el que las aerolíneas que integran la digitalización en sus procesos puedan responder rápidamente a los cambios y las nuevas expectativas del mercado. Conforme los consumidores exigen una experiencia más eficiente y respetuosa con el medioambiente, las empresas del sector que priorizan el uso de inteligencia artificial en aviación mejorarán su rentabilidad y se posicionarán como líderes en sostenibilidad.
Desde mi perspectiva, la transformación digital en la industria aérea, lejos de ser una tendencia, se ha convertido en el camino a seguir que consolidará el crecimiento de las aerolíneas y las llevará a alturas nunca vistas. N
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Enrique Mendoza Arce es CEO de enITma. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.
