Stephany Abasali, estudiante de economía de 24 años, se consagró este jueves como la nueva Miss Venezuela 2024, en un evento que reafirma la tradición del país como una “fábrica de reinas de belleza”.
Con siete coronas de Miss Universo en su historia, Venezuela sigue destacando en el escenario internacional de certámenes de belleza. La dramática situación que atraviesa la nación sudamericana no ha detenido que existan estos eventos que ya forman parte de la cultura popular del país.
Abasali es la sucesora de Ileana Márquez, quien el año pasado hizo historia como la primera madre coronada en el concurso. En medio de una crisis económica y tras enfrentar escándalos de explotación sexual, la organización Miss Venezuela ha optado por una renovación significativa, pese a estar en un momento histórico en el que lo cuestionable de estos eventos.
Entre las reformas que incluyen la aceptación de mujeres casadas, divorciadas y con hijos, en línea con los cambios implementados por la franquicia global de Miss Universo. Según la innovación que promueven, ahora las participantes son impulsoras de proyectos sociales como parte esencial de su compromiso.
Representando al estado Anzoátegui, aunque originaria de Puerto Ordaz, en el estado Bolívar, Abasali deslumbró al jurado con un vestido de piedras brillantes en tonos azulados. Durante su discurso, destacó su interés en impulsar proyectos educativos para lograr un cambio positivo en la sociedad venezolana.
Con 1.74 metros de estatura, cabello castaño y una carrera como modelo, Abasali combina sus estudios en la Universidad Internacional de Florida con su pasión por la moda y los proyectos sociales.
El Miss Venezuela solía ser un evento de características nacionales, que además gozaba de gran fama y era transmitido a más de 50 países en directo. Este se hacía con todo el glamour del espectáculo venezolano. El máximo certamen de belleza de Venezuela se llevaba a cabo tradicionalmente en el Poliedro de Caracas, el escenario más representativo de la nación, en el que las mentes expertas en la “missologia” de todo el país asistían en calidad de hinchas de futbol a corear el apoyo por su representante regional; una por cada uno de los 23 estados, un Distrito Capital y las Dependencias Federales. Simplemente era una gran producción que arrancaba con la arenga de su presentadora histórica Maite Delgado: Buenas noches, Poliedro de Caracas.
Este 2024 es el segundo año consecutivo, el Miss Venezuela se llevó a cabo en la terraza de un centro comercial en Caracas, muy lejos de los escenarios fastuosos que alguna vez caracterizaron el certamen. La crisis económica, social, política y democrática del país petrolero que fuera la envidia de las Américas se ven muy distantes. Esta combinación multifactorial ha obligado a una producción más austera, pero el evento sigue siendo un referente cultural que combina tradición, belleza e innovación que los venezolanos abrazan. N
