Durante un operativo rutinario del Grupo de Reacción de la Policía Estatal de Coahuila en las brechas cercanas al estado de Nuevo León, los agentes se toparon con un hallazgo inusual: al menos tres jirafas deambulaban libremente en la zona entre los municipios de Juárez y Progreso.
Este hecho insólito ha generado sorpresa y preocupación entre las autoridades y la comunidad, dado que las jirafas, originarias de África, no son animales propios de esta región del norte de México. Además, su presencia levanta sospechas de posible tráfico ilegal de fauna silvestre, un delito que amenaza la biodiversidad global.
#VIDEO | Elementos de la Policía Estatal de Coahuila captan un grupo de jirafas durante un operativo en las brechas que colindan con el estado de Nuevo León, entre los municipios de Progreso y Juárez
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— Coahuila En Línea (@coahuilaenlinea) December 4, 2024
Según fuentes extraoficiales, el costo de cada jirafa en el mercado negro podría oscilar entre 800,000 y 1,600,000 pesos mexicanos, lo que subraya la gravedad de su comercio ilícito.
Tras el descubrimiento, la policía notificó de inmediato a la Secretaría de Medio Ambiente y a la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Coahuila (PROPAEC), quienes iniciaron las investigaciones para determinar el origen de las jirafas y garantizar su bienestar.
Algunas de las acciones que se llevarán a cabo incluyen:
El caso de la jirafa “Benito” fue polémica desde su llegada al Parque Central de Ciudad Juárez, Chihuahua, en mayo de 2023, tras ser donada desde Culiacán, Sinaloa. Inicialmente, su presencia buscaba alegrar a los juarenses, quienes habían perdido a “Modesto”, la jirafa que vivió en ese parque durante 22 años. Sin embargo, las condiciones de vida de “Benito” desataron críticas por parte de grupos animalistas.
El recinto carecía de sombra adecuada para las altas temperaturas de verano, superando los 40 grados, y solo se colocaron sombrillas tras las denuncias. Además, la alimentación del animal dependía de zanahorias que el público compraba en el parque, y la construcción de una casa con calefacción quedó inconclusa.
Ante estas omisiones, las autoridades ambientales impusieron una multa de 1.5 millones de pesos y ordenaron el decomiso de “Benito” para garantizar su bienestar. Tras meses de análisis, se autorizó su traslado a Africam Safari en Puebla, donde personal especializado evaluó las condiciones del animal, el espacio y la logística del viaje.
El traslado de “Benito” revivió la polémica por el manejo de fauna exótica en entornos inadecuados. Su caso subraya la necesidad de estándares estrictos para la conservación y cuidado de especies vulnerables. Aunque el gobierno local lo había llamado “la nueva mascota de Ciudad Juárez”, su traslado a Puebla representa un esfuerzo por garantizarle una vida digna y adecuada a sus necesidades. N
