“No existe una receta para la creatividad”, sentencia el escritor Federico Jesús Reyes Heroles. Sin embargo, continúa, hay algunas disciplinas que se acercan más a la posibilidad de un formulario, como la cinematografía y sus guiones; mientras, la escritura necesita un nivel de lectura diferente del mundo y que permita observaciones que no están ni en el mundo oral ni en el visual de todos los días.
“Se necesita un grado de concentración y disposición. No es tampoco tomarse una pastilla y que después te encuentres en ese estado y de inmediato se desarrolle la escritura”.
Para el maestro Reyes Heroles la creatividad nace del talento y capacidad de plasmar ideas originales, novedosas y valiosas y no de “recetas mágicas”. Considera que escribir no es solamente sentarse frente a la máquina, se trata de mucho más, de saber exactamente a dónde quieres llegar o a dónde pretendes ir o qué rumbo tiene la brújula y por dónde se va a mantener el timón; y en otras disciplinas es exactamente lo mismo.
El autor también señala que se debe ser lector antes que escritor… pero no siempre. Refiere un ejemplo sobre Charles Darwin: “No sé cuántas horas dedicó Darwin a leer libros en sus travesías, pero lo que sí puedo asegurar es que cada párrafo que haya leído lo llevó a hacer una observación, es decir, una lectura de la naturaleza”.
Empero, agrega Reyes Heroles, hay artistas de otras disciplinas que no leen vehementemente. Por ejemplo, pintores y músicos que no necesariamente han sido grandes lectores de letras porque se concentran en leer nuevas versiones de los sonidos o de la pintura.
“Pero, sin duda, las grandes creaciones nacen de un escritorio. Por ello mi más reciente obra, Misterios del escritorio, se centra en aquellas creaciones de diversos oficios (ciencia, arte, literatura, música) que nacen sobre una mesa”, comenta el autor.
En Misterios del escritorio. Tras las huellas de creadores en el arte y la ciencia (Taurus, 2024), el escritor Federico Reyes Heroles se pregunta: ¿Por qué y para qué se escribe? ¿De dónde provienen las ideas que estimulan y alimentan a un escritor? ¿Cuál es el motor que impulsa la creatividad?
Estas preguntas constituyen una curiosidad esencial para el escritor, es decir, el núcleo de una pasión de vida. Para responderlas se plantea un recorrido que parte de su experiencia personal y sigue las pistas de otros autores que hablan de sus propios procesos creadores.
“Al poco tiempo, el explorador descubre que no puede quedarse en el ámbito de la literatura. Si quiere adentrarse en los misterios de la creación debe incursionar en otras regiones —en la música, en las artes plásticas, incluso en la ciencia—, pues todas son atravesadas por los ríos de la imaginación y la tenacidad, por supuesto, pero también de la inspiración”, describe el autor.
Así como en su obra, durante esta entrevista con Newsweek en Español el autor de varias novelas y ensayos nos habla de la creatividad de Ryszard Kapuscinski, de Joseph Conrad, de Alexander von Humboldt, de Elías Canetti, Georgiana Houghton, Hilma af Klint y Emma Kunz.
Y sin faltar Víctor Hugo, sobre quien cuenta: “Impartí un curso solo sobre Los miserables, con una bibliografía, paralela necesaria, para ir descubriendo la obra, que es un gran libro, pero el malvado de Víctor Hugo les cambia a los personajes los nombres. Entonces, hay toda una gráfica de cómo van modificándose dependiendo de las escenas.
“Víctor Hugo maneja tres tiempos, los tiempos históricos de Francia, después el escenario de Francia y posteriormente el tiempo de los miserables. Con tal creatividad construyó un libro largo, muy largo o larguísimo”, añade Reyes Heroles.
Ulises, de James Joyce, es también para el escritor un libro complejo con un cúmulo de creatividad. Sin embargo, “Rayuela tampoco es una resbaladilla. Aquel párrafo donde dice: ‘Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca’, es una relación muy creativa y caprichosa entre el autor, su creación, la Maga y el lector porque al final este termina tocando la boca de la Maga”.
Es en la obra de Reyes Heroles y con los ejemplos ahí plasmados donde se reconocen diversas manifestaciones de la creatividad. Reconocido como un “escritor con distintas voces”, ha publicado seis novelas —Ante los ojos de Desirée, Noche tibia, El abismo, Canon, El abecedario y Sensé—, un ensayo autobiográfico sobre la vida con su padre —Orfandad—, el legendario político mexicano Jesús Reyes Heroles, y un inventario ensayístico de los momentos que han dotado de sentido a su existencia —Registro—. El resto de su obra se divide en ensayo filosófico y político. Además, es profesor universitario de epistemología y publica un comentario político semanal desde hace más de cuatro décadas.
Su obra más reciente, Misterios del escritorio, está cruzada por el rigor analítico y la frescura literaria que atrapan al lector. Echando mano de algunos de los descubrimientos científicos más recientes, Federico Reyes Heroles visita temas cardinales del arte: ¿existen reglas para crear un relato rotundo?, ¿por qué tantos creadores, de disciplinas diversas, han buscado la soledad y el contacto con la naturaleza?, ¿es posible conciliar estructura y espontaneidad, disciplina y libertad?, ¿cómo operan los momentos de iluminación súbita en el arte y en la ciencia?, ¿existe una geografía del escritorio especialmente propicia para invocar a las musas?
“Al fin y al cabo el conocimiento y la creación son aventuras con las que se tiene una ampliación del mundo sensorial, se trata de romper los cánones desde el escritorio”, confirma el también novelista.
En Misterios del escritorio. Tras las huellas de creadores en el arte y la ciencia nos recuerda que, si bien no existen fórmulas ni recetas universales, el arte siempre ha sido “la mejor forma que nos hemos dado los seres humanos para entender nuestro paso por el mundo”. N
