El bitcóin superó este miércoles 13 de noviembre la barrera de los 90,000 dólares por primera vez en su historia, en un momento en el que el sector se prepara para una legislación más flexible y políticas económicas favorables bajo la administración de Donald Trump.
La mayor criptomoneda por capitalización superó este umbral hacia las 14:30 horas, llegando incluso por encima de los 91,000 dólares. El lunes, el bitcóin creció hasta rozar los 85,000 dólares, tras superar el domingo el umbral de los 80,000 dólares.
Las criptomonedas siguen disparándose tras la elección a la Casa Blanca del republicano Donald Trump, que ha prometido desregular este sector, a contracorriente de la política más restrictiva del actual presidente Joe Biden.
En el pasado el republicano de 78 años había calificado a las criptomonedas de “fraude”, pero su discurso cambió durante la campaña presidencial donde prometió que Estados Unidos se convertiría en la “capital mundial de las criptomonedas”, con la creación de una reserva estratégica de bitcóins y el nombramiento de reguladores pro-criptomonedas.
Información del medio Expansión pormenoriza que Trump inició su propio proyecto de criptomonedas, llamado World Liberty Financial, el cual estaría próximo a lanzar su propia stablecoin (criptomoneda estable), “pero que llevará tiempo por la regulación actúal”.
De acuerdo con medios internacionales, el sector debería estar regulado bajo un marco legislativo específico que considere las particularidades de los activos digitales.
Que el bitcóin supere un umbral tiene implicaciones significativas en los mercados financieros. Un umbral se refiere a un punto de precio clave que los inversores y analistas observan para evaluar la dirección futura del activo.
Si bitcóin cruza y mantiene un nivel por encima de este umbral, podría indicar un sentimiento positivo y atraer a más compradores, consolidando el alza y generando expectativas de un mercado alcista.
A tenor del Instituto Lisa, bitcóin es la primera criptomoneda que apareció en 2009. Se trata de una moneda digital descentralizada que permite un nuevo sistema de pago y activo digital. Sin embargo, todavía su uso es limitado por la percepción de inseguridad y el desconocimiento que tienen muchos de los potenciales usuarios.
Además, no depende de ningún ente gubernamental que lo emita ni que lo respalde, sino que los propios usuarios son los que gestionan y mantienen en funcionamiento y seguridad el bitcóin. N
