El auge de la inteligencia artificial (IA) está transformando muchos aspectos de la investigación, la ingeniería y el diseño, incluido el trabajo a la vanguardia de la acción climática, ejemplo de ello son Google Maps y Google Earth.
La IA y el aprendizaje automático ya están ayudando a la ciencia ambiental y al desarrollo de productos más sostenibles y de opciones de energía limpia. Los investigadores de Google Maps y Google Earth muestran cómo la IA se ha convertido en una herramienta importante para mejorar el monitoreo de los cambios en el medioambiente.
El sistema impulsado por IA llamado Cloud Score+ proporciona imágenes más claras y detalladas de los ecosistemas remotos que con frecuencia están cubiertos por nubes.
“Cuando estás tratando de obtener una visión clara de la superficie de la Tierra desde el espacio las nubes pueden estorbar”, dijo la científica de investigación de sostenibilidad de Google Geo Valerie Pasquarella a Newsweek por correo electrónico.
Los esfuerzos anteriores para automatizar la detección de nubes y sombras en imágenes de satélite resultaron ineficaces, dijo, porque su enfoque de “talla única” no funcionó para desafíos como las nubes altas y delgadas o las débiles sombras en el paisaje.
“Se vuelve particularmente desafiante cuando estás en una región nublada del mundo donde cualquier apariencia relativamente clara es mejor que nada”, dijo Pasquarella. Algunos de los ecosistemas de bosques tropicales que se encuentran en mayor peligro y son de los más importantes del mundo entran en esa categoría.
Las selvas tropicales y los bosques nubosos montañosos en las principales cuencas forestales tropicales del mundo en África, Asia y América del Sur almacenan cantidades masivas de dióxido de carbono que de otro modo contribuirían a un mayor calentamiento de la atmósfera, y los bosques son, por supuesto, el hogar de una biodiversidad asombrosa.
Pero también se enfrentan a las amenazas de la tala ilegal, la minería y la ganadería y los crecientes efectos del cambio climático. Los ecologistas, administradores de tierras y administradores forestales necesitan una visión clara de lo que está sucediendo para contrarrestar esas amenazas.
Pasquarella explicó que Cloud Score+ de Google utiliza la IA de vídeo para puntuar cada píxel de cada imagen satelital. “Podemos elegir solo los píxeles de la más alta calidad para la visualización o el análisis”, dijo.
Los resultados ya se están utilizando en algunos de los lugares más nublados del mundo, incluidas las montañas de Ecuador. La provincia de Imbabura, en el norte de los Andes del país, fue designada Geoparque Global por la UNESCO en 2019. Pero las nubes constantes y el terreno remoto llevaron a una mala comprensión de los activos de la región.
Los investigadores de Google trabajaron con el gobierno local para ofrecer imágenes mejoradas de la región generadas con la IA Cloud Score+.
“Cloud Score+ también se ha utilizado para ayudar a identificar píxeles de alta calidad y sin nubes para monitorear la salud de los bosques y los brotes de enfermedades, detectar el estrés de las plantas en las turberas y mapear las especies de árboles del bosque para una mejor gestión”, dijo Pasquarella.
Los proyectos de Google Research también están aplicando la IA para monitorear y detectar mejor una amplia gama de impactos climáticos en áreas desarrolladas, dijo Pasquarella, incluyendo mejoras en la detección de incendios forestales, mejora predicción de inundaciones y una herramienta de resiliencia al calor para ayudar a las ciudades a abordar las temperaturas extremas.
“Creemos que la IA que usa Google puede desempeñar un papel transformador para abordar los efectos del cambio climático”, dijo.
Sin embargo, Google también es un ejemplo del daño climático que proviene de la IA. La empresa matriz de Google, Alphabet, aparece en el ranking de Newsweek de las empresas más ecológicas de Estados Unidos, donde obtiene 4 de 5 estrellas, y tiene ambiciosos objetivos climáticos para limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, el informe de sostenibilidad más reciente de Google muestra un fuerte salto en las emisiones, en gran parte debido a la construcción de centros de datos hambrientos de energía detrás del auge de la IA.
Un evento de Newsweek Horizons el mes pasado durante la Semana del Clima de Nueva York abordó la naturaleza dual del impacto de la IA. En la mesa redonda “IA: ¿Heroína del clima o villana del clima?” expertos de Big Tech, energía y academia explicaron cómo la IA ofrece algunas soluciones climáticas al tiempo que crea un problema energético propio.
La panelista Priya Donti es profesora asistente del MIT y cofundadora de Climate Change AI. Ese grupo de científicos que investigan los efectos de la IA en la acción climática también está encontrando nuevas formas para que la IA ayude a abordar y adaptarse a los impactos climáticos. Donti señaló un proyecto que ayuda a la gente de Fiji a predecir mejor los eventos de inundación en la isla y herramientas de IA para desarrollar materiales importantes para la tecnología de energía limpia.
Sin embargo, dijo Donti, la IA también se utiliza en la explotación de los combustibles fósiles y para fomentar el consumo masivo de bienes, difícilmente el material del progreso ambiental.
En última instancia, dijo, la IA no es lo que tomará las decisiones a favor o en contra de la acción climática, “las personas y las organizaciones lo son”, y la IA es solo una herramienta, aunque poderosa.
“La IA es un acelerador de lo que hacemos en toda la sociedad”, dijo Donti a la audiencia en la oficina de Newsweek en Nueva York. “Si nos tomamos en serio la lucha contra el cambio climático, será una heroína. Si no lo somos, va a ser villana”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)
