Gaza padece intensos días de ‘terror’ señaló este lunes 12 de agosto la ONU tras la operación militar israelí el sábado 10 de agosto que dejó más de 93 muertos, entre ellos 11 niños y seis mujeres, en una escuela que albergaba a desplazados palestinos, de los cuales solamente 75 cuerpos fueron identificados.
El acto mortal desató la presión internacional a un cese al fuego, mientras Hamás pidió que se deje de lado las negociaciones y se aplique la propuesta de tregua del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
En un comentario hecho en las redes sociales este lunes, el comisario general de la Agencia de la ONU, Philippe Lazzarini, afirmó que tanto las fuerzas israelíes como los grupos armados palestinos, incluido Hamás, están violando el conjunto de reglas universales creadas para limitar el impacto devastador de las guerras.
Alrededor de las 4:30 del sábado, durante un periodo de oración, una mezquita dentro de la Escuela Al Tabaeen fue atacada por las Fuerzas de Defensa de Israel “al menos tres veces”, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en el Territorio Palestino Ocupado.
En un comunicado, el organismo afirmó que los ataques se “condujeron con aparente falta de respeto a la alta tasa de muertes civiles”. Lazzarini describió el episodio como “otro día de horror en Gaza”, con otra escuela golpeada y relatos de decenas de palestinos muertos, entre ellos mujeres, niños y ancianos.
Francia, Reino Unido y Alemania pidieron este lunes un alto el fuego “sin más demora” en la Franja de Gaza y advirtieron a “Irán y sus aliados” contra cualquier “nueva escalada” en el conflicto. “Los combates tienen que cesar inmediatamente y todos los rehenes todavía retenidos por Hamás deben ser liberados”, afirmaron los dirigentes de los tres países en una declaración conjunta, siguiendo la estela del llamado de Estados Unidos, Egipto y Catar para reanudar las negociaciones.
“El pueblo de Gaza necesita urgentemente y sin condiciones la entrega y la distribución de ayuda”, dijeron en el comunicado. “No puede haber más demora”, añadieron los dirigentes, que dijeron estar “profundamente preocupados por la agravación de las tensiones en la región”.
El conflicto se sumió en una nueva dimensión tras los asesinatos a finales de julio pasado del jefe militar del Hezbolá libanés, Fuad Shukr, cerca de Beirut, y sobre todo del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán. El régimen iraní afirmó que tenía “legalmente el derecho de castigar” a Israel por este acto –no reivindicado– perpetrado en su territorio.
Francia, el Reino Unido y Alemania exhortaron a “Irán y sus aliados a abstenerse de ataques que agravarían todavía más las tensiones regionales y pondrían en un compromiso la posibilidad de llegar a un alto el fuego y a la liberación de los rehenes”.
El movimiento islamista Hamás pidió este domingo a los países mediadores “aplicar” el plan propuesto en mayo pasado por el presidente estadounidense Joe Biden para alcanzar una tregua con Israel en Gaza, “en lugar de realizar más negociaciones o presentar nuevas propuestas”.
El plan incluye tres fases de unos 40 días cada una. Cuando Biden presentó la iniciativa, el 31 de mayo pasado, la atribuyó a Israel, aunque el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, tardó mucho en admitirlo.
Tras el fracaso de numerosas rondas de esas negociaciones indirectas, Israel afirmó la semana pasada que estaba dispuesto a reanudarlas el 15 de agosto, a petición de los tres países mediadores: Estados Unidos, Egipto y Catar.
Pero las perspectivas de un desenlace positivo se empañaron este sábado, cuando Israel bombardeó la escuela. Estas son las fases del acuerdo propuesto por Biden:
Alto el fuego de seis semanas y retirada de las tropas israelíes de zonas densamente pobladas de la Franja de Gaza. Liberaciones de “algunos” rehenes secuestrados en el sur de Israel el 7 de octubre pasado, entre ellos mujeres, ancianos y personas heridas. Los cuerpos de rehenes muertos desde entonces se entregarán a los familiares. Biden prometió que los últimos rehenes con nacionalidad estadounidense regresarían en ese momento “a casa”.
Liberación de cientos de palestinos detenidos en Israel y la posibilidad de regresar a sus zonas de residencia para los palestinos desplazados por los bombardeos que devastaron Gaza.
Se suma el “aumento considerable” de la ayuda humanitaria, hasta ahora insuficiente, con el ingreso de hasta 600 camiones por día a la Franja de Gaza.
Sus lineamientos precisos, según Biden, se definirán durante la aplicación de la primera fase. El alto el fuego se mantiene vigente, al tiempo que se negocia el fin definitivo de los combates y la liberación de todos los rehenes.
A su vez, las fuerzas israelíes se retiran de toda la Franja de Gaza durante esta fase, que debe durar igualmente unas seis semanas.
Adopción de un amplio programa de reconstrucción de Gaza, apoyado por Estados Unidos y la comunidad internacional. Un alto funcionario estadounidense estimó que esa tarea llevaría de 3 a 5 años. Se suman las últimas entregas a las familias de los cuerpos de los rehenes israelíes fallecidos.
Según Biden, el plan debe impedir a Hamás recomponer sus capacidades de combate, gracias a la intervención de socios regionales. Si eso no ocurre, “Israel podrá reanudar sus operaciones militares”.
Sin una decisión concreta, por ahora, de acuerdo con la ONU, “ataques sistemáticos y crecientes” ocurren en un momento en que casi 90 por ciento del enclave está bajo órdenes de evacuación y la entrada y distribución de asistencia humanitaria sigue restringida por Israel. N
(Con información de AFP)
