Daisy Ridley, actriz reconocida por su papel de Rey en la nueva trilogía de películas ‘Star Wars’, reveló que padece la enfermedad de Graves, un trastorno autoinmunitario que afecta a la tiroides. La actriz dio a conocer la noticia en una reciente entrevista con la revista Women’s Health.
La enfermedad de Graves es un trastorno del sistema inmunitario que da lugar a la sobreproducción de hormonas tiroideas (hipertiroidismo). Si bien una serie de trastornos puede dar lugar al hipertiroidismo, la enfermedad de Graves es una causa frecuente, indica la Clínica Mayo.
Las hormonas tiroideas afectan muchos sistemas orgánicos, por lo que los signos y síntomas de la enfermedad de Graves pueden ser muy variados. Aunque el padecimiento puede afectar a cualquiera, es más común entre las mujeres y en personas menores de 40 años.
Los objetivos principales del tratamiento son reducir la cantidad de hormonas tiroideas que produce el organismo y disminuir la gravedad de los síntomas.
La enfermedad de Graves es provocada por un mal funcionamiento del sistema inmunitario del cuerpo que combate las enfermedades. No se sabe por qué sucede esto. El sistema inmunitario normalmente produce anticuerpos diseñados para atacar un virus, una bacteria u otra sustancia extraña específicos.
En la enfermedad de Graves, por motivos que no se comprenden bien, el sistema inmunitario produce un anticuerpo contra una parte de las células en la glándula que produce hormonas ubicada en el cuello de (glándula tiroides).
En condiciones normales, la función de la tiroides es regulada por una hormona liberada por una pequeña glándula en la base del cerebro (la glándula pituitaria). El anticuerpo asociado con la enfermedad de Graves (anticuerpo contra el receptor de tirotropina) actúa como la hormona reguladora de la hipófisis. Esto significa que el anticuerpo contra el receptor de tirotropina anula la regulación normal de la tiroides, y genera una producción excesiva de hormonas tiroideas (hipertiroidismo).
Aunque cualquiera pueda contraer la enfermedad de Graves, existen muchos factores que pueden aumentar el riesgo de tenerla, incluidos los siguientes: antecedentes familiares, sexo, edad, otros trastornos autoinmunitarios y estrés físico o emocional. A su vez, se suma un embarazo y el tabaquismo.
Ridley comenzó a notar los síntomas de la enfermedad después de filmar la película ‘Magpie’, contó al medio de comunicación. Entre los síntomas que experimentó se incluyen un aumento del ritmo cardíaco, pérdida de peso, agotamiento extremo y temblores en las manos.
“Pensé ‘bueno, acabo de interpretar un papel realmente estresante’, presumiblemente por eso me siento mal”, confesó la actriz, sin sospechar en ese momento la verdadera causa de su malestar. Además de los síntomas físicos, Ridley también padeció cambios en su carácter, sintiéndose irritable y emocionalmente inestable.
“Fue gracioso, pensé ‘oh, pensaba que estaba enfadada con el mundo’. Pero resulta que todo funciona tan rápido que no puedes relajarte”, explicó en la entrevista. Tras recibir el diagnóstico, la actriz decidió modificar su estilo de vida, incluyendo la eliminación del gluten de su dieta, lo que le ha ayudado a reducir la inflamación y sentirse mejor. N
