Una pluma de cola del ave extinta huia de Nueva Zelanda se vendió en subasta por 28,417 dólares, con lo que estableció un récord mundial. “La pluma, que inicialmente se esperaba que se comerciara hasta en 3,000 dólares, rompió el récord anterior, que era de una pluma de la misma especie, en 450 por ciento”, dijo la Casa de Subastas de Webb.
Las plumas de huia son muy valiosas y antiguamente se intercambiaban por otros bienes preciados y simbolizaban el maná y el prestigio. El último avistamiento confirmado de un pájaro de esta especie fue en 1907 en las cordilleras de Tararua.
El pájaro huia era una especie de ave paseriforme endémica de la isla Norte de Nueva Zelanda, el mayor miembro de la familia Callaeidae. Se extinguió a principios del siglo XX. Hubo dos causas principales que provocaron su desaparición: el exceso de caza tanto para obtener plumas ornamentales como para conseguir ejemplares disecados para los museos, y la deforestación de la isla llevada a cabo por los colonos europeos para crear pastizales y tierras de cultivo.
La pluma vendida este lunes 20 de mayo estaba “en condiciones maravillosas”, dijo Leah Morris, jefa de Artes Decorativas de la Casa de Subastas de Webb. “Todavía tiene su brillo muy distintivo, y no hubo daños por insectos”, explicó a la BBC. Añadió que la casa de subastas enmarcó el artículo detrás del vidrio de protección UV y con papel de archivo, lo que significa que tendrá una “vida útil muy larga”.
El gran interés y entusiasmo de los neozelandeses también ayudaron a aumentar el precio, según Morris. “Tenemos un número récord de personas que están viendo cómo convertirse en coleccionistas registrados”, dijo.
“En Nueva Zelanda, nos preocupamos mucho por cuidar la tierra, el medioambiente y nuestra flora y fauna. Y creo que tal vez porque esta ave ahora está extinta miraríamos a otras aves en Nueva Zelanda y diríamos que no queremos que eso vuelva a suceder”, añadió.
La huia es una de las aves extintas más conocidas de Nueva Zelanda a causa de la forma de su pico, su exótica belleza y el lugar especial que ocupaba en la cultura maorí y en su tradición oral. Esta ave era consideraba sagrada (‘tapu’) por los maoríes, y llevar su piel o plumas estaba reservado a las personas de alto estatus.
En la cultura maorí normalmente no se comía ni a la garza blanca ni a la huia, que eran aves raras atesoradas por su precioso plumaje, el cual lucía la gente de alto rango. N
(Con información de BBC)
