A pesar de la reciente alerta nacional por casos de sarampión en la Ciudad de México, Durango permanece libre de esta enfermedad, según informó el secretario de Salud en el Estado, Moisés Nájera Torres.
Hizo énfasis en la importancia de la vacunación como medida preventiva para evitar la propagación del virus.
Así mismo, explicó que los casos detectados en el país son importados, lo que sugiere que las personas afectadas posiblemente no completaron su esquema de vacunación o no fueron vacunadas por alguna razón. El secretario consideró que la situación se complica cuando individuos nacidos en países con esquemas de vacunación diferentes llegan a México y se infectan.
Ante la situación, dijo que buscarán proteger a quienes no han recibido la vacuna contra el sarampión. Recordó que el esquema de vacunación comprende dos dosis, la primera administrada a los 12 meses y la segunda a los 18 meses, con una tercera dosis a los seis años para aquellos nacidos antes de 2022.
Sin embargo, Nájera Torres admitió que en Durango se ha experimentado escasez de algunas vacunas, incluida la BCG para recién nacidos y la vacuna contra la rabia. Esta falta de suministro dijo, se debe a la percepción de los expertos de que algunas dosis ya no son necesarias debido a la supuesta erradicación de ciertas enfermedades.
Tras la reciente observación del Eclipse Solar Total en Durango, el titular de la Secretaría Salud en la entidad dio a conocer que no se han registrado daños oculares significativos. Aunque se recibieron dos casos para revisión debido a la presencia de fosfenos en la visión, estos no representan riesgos graves para la salud ocular.
Explicó que los fosfenos, manchas visuales, no fueron directamente causados por el eclipse, sino que estaban relacionados con condiciones oculares previas en los pacientes. Afirmó que ambos casos tenían síntomas previos al evento astronómico, y después del eclipse, el temor llevó a los individuos a buscar atención médica, pero no se encontraron daños graves.
El funcionario destacó el acatamiento generalizado de las recomendaciones de seguridad durante la observación del eclipse, especialmente desde el inicio de la fase parcial, precaución que resultó crucial para evitar lesiones en la retina debido a la exposición directa al sol durante el evento.
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