Como mujeres, nos dejamos llevar demasiado rápido por narrativas sobre nuestro sexo sin cuestionarlas, y mucho menos consideramos que tenemos el potencial de desafiarlas.
Se nos dice que preocuparse y estresarse conduce al envejecimiento, así que comenzamos a sentir ansiedad por envejecer. Nos dicen que luchamos con el síndrome del impostor, así que de repente, más de nosotras sentimos que somos impostoras. Somos guiadas por la narrativa de que necesitamos estar empoderadas, así que asumimos que carecemos de poder.
Estas falsas narrativas sociales también están presentes en la industria financiera. Las mujeres evitan invertir porque les han dicho que no serían buenas en ello. La ironía es que las mujeres ya son mejores invirtiendo que los hombres.
Una investigación de Fidelity Investments encontró que las mujeres inversionistas obtienen rendimientos positivos, superando a los hombres en 40 puntos básicos. Al capitalizar sus fortalezas únicas y aprovechar las oportunidades disponibles, las mujeres tienen el potencial de emerger como actores formidables en este ámbito. Pero solo existe este potencial cuando estamos listas para creerlo y tomarlo como propio.
Contrario a la creencia popular, la capacidad para entender y tener éxito en las inversiones no está confinada al sexo masculino, ni a un sexo específico, sino mas bien a una cualidad de compromiso y conciencia emocional.
Las mujeres poseen una variedad de características que son sumamente ventajosas en las finanzas. Rasgos como la paciencia, la atención al detalle y la toma de decisiones lenta y calculada – facetas por las que a menudo se caracteriza a las mujeres como débiles, indecisas o simplemente deficientes – son precisamente las cualidades que conducen a inversiones exitosas, y constituyen activos poderosos cuando se trata de navegar por las complejidades del mercado.
Según estudios recientes, el 60% de las mujeres invierte en la bolsa de valores y el 68% ahorra para la jubilación. Las mujeres inversionistas obtienen mejores retornos de inversión que los hombres, con estudios que encuentran diferencias del 0,4% al casi 1%. Esto desmitifica la idea de que las mujeres son menos capaces de tomar decisiones de inversión. Contrariamente a lo que nos apresuramos a creer, no se trata de ser inherentemente mejores o peores en la inversión según el género, sino de aprovechar nuestras fortalezas y enfoques individuales para lograr el éxito.
Uno de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres al invertir es la falta de información y apoyo accesibles. Con demasiada frecuencia, la industria de inversiones se basa en jerga y terminología compleja, lo que hace que muchas mujeres se sientan incapaces y desinformadas. Sin embargo, es fundamental recordar que como mujeres tenemos derecho a comprender adónde va nuestro dinero y cómo se administra.
Por otra parte los saldos de las cuentas de inversión de las mujeres están hasta un 44% por debajo de las de los hombres debido a la brecha salarial de género.
Esto destaca los desafíos sistémicos que enfrentan las mujeres más allá de las simples decisiones de inversión. Hay que alentar a las mujeres a intensificar no sólo la inversión, sino también la defensa de salarios justos y la igualdad financiera en el lugar de trabajo.
Los métodos tradicionales de difusión de información financiera son otra área que impide que las mujeres se dediquen a invertir. Si te encuentras luchando por entender conceptos complejos, no temas buscar recursos alternativos que se adapten a tu estilo de aprendizaje. Ya sea con ayudas visuales, videos educativos o una plataforma digital acreditada, hay muchas opciones disponibles para ayudarte a profundizar tu comprensión sobre el mundo de las inversiones.
Las investigaciones sugieren también que las mujeres prefieren un enfoque colaborativo y educativo para aprender sobre finanzas, en contraste con el enfoque más competitivo y autodirigido a menudo asociado con los hombres. Por lo tanto, abraza esta preferencia por el aprendizaje cooperativo y mejora tu educación financiera y tu confianza en la inversión.
Cerrar la brecha de inversión de género requiere un esfuerzo colectivo para desafiar normas obsoletas y alentar a las mujeres a tomar el control de sus destinos financieros. Al abrazar tus fortalezas y métodos de aprendizaje alternativos, y exigir transparencia, puedes allanar el camino hacia un futuro más inclusivo y fortalecido en finanzas.
Recuerda, el mundo de la inversión pertenece a todos independientemente del género. Es hora de entrar con confianza en el ámbito de las finanzas, armada de conocimientos, determinación y un compromiso de empoderarte a ti misma y a otros en el camino.
A medida que las mujeres continúan aumentando su participación en el ámbito de las finanzas y superando a los hombres en rendimientos de inversión, queda claro que su potencial de dominio en esta industria es significativo, aunque subestimado. Al aprovechar sus fortalezas únicas, abogar por la igualdad financiera y fomentar un entorno de apoyo e inclusión, las mujeres pueden tener el poder de moldear no solo su futuro, sino también el futuro de las finanzas. N
