Los misteriosos síntomas del llamado síndrome de La Habana, que han sido experimentados por diplomáticos de Estados Unidos en los últimos años, han sido vinculados a una unidad de inteligencia rusa. La información surge de una investigación conjunta de varios medios publicada este lunes 1 de abril.
El síndrome de La Habana fue reportado por primera vez en 2016. Diplomáticos estadounidenses en la capital de Cuba cayeron enfermos. Posteriormente aseguraron que escuchaban sonidos penetrantes por la noche. Estos síntomas desataron especulaciones sobre un posible ataque con algún tipo de arma sónica.
Los medios The Insider, Der Spiegel y el programa “60 minutos” de la cadena CBS aseguran en su investigación que hay “pruebas que sugieren” que el síndrome de La Habana está provocado por el “uso de armas de energía dirigida blandidas por miembros de la unidad 29155 (del GRU ruso)”.
“Los miembros del escuadrón de inteligencia militar del Kremlin han sido señalados como responsables de presuntos ataques contra el personal del gobierno de los Estados Unidos en el extranjero. También, señalan, han atentado como sus familiares. Ello ha llevado a las víctimas a cuestionar lo que Washington sabe sobre los orígenes del síndrome de La Habana”, indica The Insider.
La investigación de un año “ha descubierto pruebas que sugieren que los incidentes de salud anónimos inexplicables pueden tener su origen en el uso de armas de energía dirigida. Estas “pudieron ser manejadas por miembros de la Unidad 29155”, indica el texto.
Entre los hallazgos principales de esta investigación se encuentra el hecho de que los miembros de alto nivel de la unidad recibieron premios y promociones políticas por trabajo relacionado con el desarrollo de “armas acústicas no letales”, un término utilizado en la literatura científica militar rusa para describir dispositivos de energía dirigida basados en sonido y radiofrecuencia, ya que ambos darían lugar a artefactos acústicos en el cerebro de la víctima.
Los agentes encubiertos vinculados a la Unidad 29155 han sido geolocalizados en lugares de todo el mundo justo antes o en el momento de los incidentes de salud anómalos reportados. Además, las víctimas han identificado a miembros del escuadrón ruso de operaciones negras.
El primer avistamiento puede haber ocurrido exactamente siete años antes. Contrariamente a la información que se ha hecho pública sobre el síndrome de La Habana, que comenzó en la capital cubana en 2016, es probable que hubo ataques dos años antes en Frankfurt, Alemania. El primer caso pudo ser de un empleado del gobierno de los Estados Unidos en el consulado. Se explica que el hombre quedó inconsciente debido a un fuerte rayo de energía.
Más tarde, la víctima fue diagnosticada con una lesión cerebral traumática. La persona pudo identificar a un agente de la Unidad 29155 con sede en Ginebra. El incidente ocurrió a los pocos meses de la invasión rusa de Ucrania en 2014.
The Insider, 60 Minutes y Der Spiegel han descubierto evidencia documental de que la Unidad 29155 “ha estado experimentando exactamente con el tipo de tecnología armada que los expertos sugieren que es una causa plausible de la misteriosa condición médica que hasta la fecha ha afectado a más de cien espías y diplomáticos estadounidenses. También han sido víctimas varios funcionarios canadienses”.
Muchos son especialistas atacados son experimentados en la materia en Rusia, y hablan el idioma. Otras víctimas tienen experiencia en Oriente Medio o América Latina, pero fueron asignados después de la toma de Crimea a funciones sensibles del gobierno de los Estados Unidos destinadas a contrarrestar la agresión rusa y las operaciones de inteligencia en Europa y América del Norte, indican los medios. N
(Con información de The Insider)
