Si el calentamiento global alcanza o supera los dos grados centígrados para 2100 es probable que los humanos más ricos sean responsables de las muertes de aproximadamente 1,000 millones de personas, principalmente los más pobres, durante el próximo siglo, explicó el investigador Joshua Pearce de la Universidad de Western, en Australia.
La industria del petróleo y el gas, que incluye muchas de las empresas más rentables y poderosas del mundo, es directa e indirectamente responsable de más del 40 por ciento de las emisiones de carbono, lo que afecta la vida de miles de millones de personas, muchas de las cuales viven en las comunidades más remotas y con bajos recursos del mundo.
El estudio propone políticas energéticas agresivas que permitirían disminuciones inmediatas y sustantivas de las emisiones de carbono y recomienda un mayor nivel de acción gubernamental, corporativa y ciudadana para acelerar la descarbonización de la economía mundial, con el objetivo de minimizar el número de muertes humanas proyectadas.
“Tal muerte masiva es claramente inaceptable. En realidad es bastante aterrador, especialmente para nuestros hijos”, dijo Pearce. La importante revisión de más de 180 artículos de la literatura científica, coescrita por Richard Parncutt de la Universidad de Graz (Austria), se publicó en Energies.
Pearce y Parncutt encontraron que la literatura revisada por pares sobre los costos de mortalidad humana de las emisiones de carbono convergía en la “regla de las 1000 toneladas”, que es una estimación de que se causa una muerte prematura futura cada vez que se queman aproximadamente 1,000 toneladas de carbono fósil.
“Los números de energía como los megavatios significan algo para los ingenieros de energía como yo, pero no para la mayoría de la gente. Del mismo modo, cuando los científicos del clima hablan de partes por millón de dióxido de carbono, eso no significa nada para la mayoría de la gente. Algunos grados de aumento promedio de la temperatura tampoco son intuitivos. El recuento de cadáveres, sin embargo, es algo que todos entendemos”, dijo Pearce.
“Si te tomas en serio el consenso científico de la regla de las 1,000 toneladas y calculas los números, el calentamiento global antropogénico equivale a 1,000 millones de cadáveres prematuros durante el próximo siglo. Obviamente, tenemos que actuar. Y tenemos que actuar rápido”, añadió el científico.
Pearce, un experto en política energética, espera que al cambiar y desafiar el lenguaje y las métricas del calentamiento global, más responsables políticos y líderes de la industria entiendan mejor las duras verdades sobre la dependencia del mundo de los combustibles fósiles.
“A medida que las predicciones de los modelos climáticos se vuelven más claras, el daño que estamos haciendo a los niños y a las generaciones futuras se puede atribuir cada vez más a nuestras acciones”, dijo Pearce. N
