“Lo que no se nombra no existe”, asegura Fausto Martínez, persona de género no binario de 28 años, quien se dedica a la creación de figuras artesanales y quien desde hace algunos años decidió que debía tener un acta de nacimiento acorde con su identidad de género.
“La lucha constante es para que todas las personas tengamos un documento legal que sea el reflejo de la identidad con la que nos identificamos. Y, con ello, obtener todos los derechos legales”, comenta en entrevista con Newsweek en Español.
El 11 de febrero de 2022, Guanajuato, estado del centro de México, emitió a Fausto Martínez un nuevo certificado de nacimiento en el que se indica un tercer género. “Esta medida supone un paso significativo en el reconocimiento legal de personas no binarias en México”, señaló la organización internacional Human Rights Watch (HRW).
Fausto inició oficialmente su lucha en noviembre de 2021, al solicitar a la justicia federal que reconociera su identidad de género luego de que el Registro Civil de Guanajuato le negara modificar su acta de nacimiento. Aunque pensó que el camino sería largo y arduo, dos meses después un juez dio paso al recurso de amparo y ordenó al Registro Civil emitir un nuevo certificado con un tercer género para Fausto.
Obtener un acta de nacimiento con género no binario es solamente el comienzo de la lucha, indica Fausto. Ello porque en México solamente Hidalgo tiene una ley de identidad de género que respeta a los grupos no binarios. En 2022, el Congreso de esa entidad aprobó reformas para reconocer jurídicamente a personas no binarias mayores de 18 años a través de un trámite administrativo que es gratuito.
En otros estados del país cualquier persona que decida obtener un acta de nacimiento con identidad no binaria tiene que iniciar un juicio. La finalidad es que se le permita acceder al documento con dicha identidad de género, pero es un proceso largo y costoso.
Aunque existen organizaciones defensoras de derechos humanos que pueden apoyar en este proceso jurídico, no hay una en cada entidad federativa, lo que hace del juicio un trámite largo y con un precio que va de los 30,000 a los 50,000 pesos. Por ello, en muchas ocasiones las personas optan por abandonar la idea de modificar el acta de nacimiento.
Lo complejo que puede llegar a ser el proceso jurídico va acompañado de la mentalidad social que aún mantiene barreras para entender la diversidad de géneros. Sobre ello, Fausto comenta que, en su caso, “Guanajuato es un estado conservador, sin embargo, no he recibido ataques violentos, pero sí comentarios nada positivos. Son estos los que se deben combatir. Debemos hacer que se abran las puertas de manera legal, pero también en materia social. Esto facilita los procesos para obtener todos los documentos legales que nos corresponden por ser parte de un país”.
Además del acta de nacimiento, Fausto ya cuenta con una Clave Única de Registro de Población (CURP) no binaria. Sin embargo, esa fue otra lucha “que se convirtió en un proceso de negociación”. Y otra batalla, “afortunadamente ganada, la representó la credencial de elector. El Instituto Nacional Electoral (INE) entendió que, si existe un acta de nacimiento no binaria, ya se puede abrir paso a una credencial de elector no binaria”.
Por el momento, el género no binario se identifica en los documentos con una ‘X’. Fausto Martínez opina que, en lugar de esa letra, debería haber sido ‘NB’. Dicha situación suscita inconformidad entre la comunidad y los defensores de derechos humanos, quienes argumentan que el uso de la X no se sometió a una discusión donde se les incluyera para saber cómo representar al género.
“Sobre este punto, el Estado explicó que hubiera tomado mucho más tiempo que los sistemas identificaran, además de la ‘H’ para hombre y ‘M’ para mujer, la ‘NB’ para no binario, por ello realizaron el movimiento de la ‘X’. Por ejemplo, del Registro Nacional de Población (Renapo) dependen más de 200 instituciones, y estas a su vez tienen otros sistemas para verificar que la CURP sea correcta, por lo que el cambio sistema por sistema se extendería aún más de lo que nos llevó ahora”, expone Fausto.
A su vez, considera que debió de haber una discusión sobre el tema e incluir a las personas no binarias. Sin embargo, “se cubre la necesidad de ver una representación del género en estos documentos tan importantes y es un avance”, comenta, y espera que no pasen años para que todas las personas tengan documentos acordes con su identidad.
Añade al respecto: “Lamentablemente, aunque el Estado tiene la obligación de respetar y hacer respetar la identidad de las personas, incuso por autopercepción, esto no sucede. En algunos estados, incluido Guanajuato, existe una ley de identidad que es clara con respecto a las personas trans, quienes pueden ir y sacar un acta de nacimiento como cualquier heterosexual. No obstante, las personas no binarias seguimos en la congeladora, y eso obedece más a un tema político que perjudica a la sociedad de las 31 entidades que no han legislado el tema”.
El reconocimiento de la identidad de género es una lucha con un camino de terracería y con enormes baches, lo que la convierte en muchos momentos en tortuosa. No obstante, ha habido batallas ganadas que abren paso a mejores horizontes.
“En 2019 se estableció una jurisprudencia por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que mandata que a todas las personas trans se les debe de escuchar en las sedes de los registros civiles y no en un juzgado para el reconocimiento de su identidad de género”, comenta en entrevista con este medio Juan Pablo Delgado, defensor de derechos humanos y director ejecutivo de la organización Amicus. “Y es que, antes de aquel año, todavía existía un debate de si a las personas trans se les debía reconocer a través de un juicio o a través de un proceso administrativo”.
El año pasado, añade Delgado, Amicus consiguió que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) comenzara a expedir actas de nacimiento en los consulados para personas trans (con identidad binaria).
Ello se consiguió a través de litigio, pero después hubo una negociación “amistosa” y finalmente la dependencia adoptó un reglamento interno para que cualquier persona trans pueda rectificar su acta de nacimiento en el momento que se acerque a una oficina, explica Delgado, quien a su vez enlista como otro caso de éxito —y el primero de una persona no binaria— a Fausto, quien fue respaldado por Amicus durante su juicio.
Después del acta tenía que continuar la CURP porque, “si se traza una estrategia, ese era el siguiente documento para abrir paso a la credencial para votar y un pasaporte, posteriormente. Después de varios meses de conversaciones y presión a Renapo, se pudo modificar el sistema de información de la CURP sin que se necesitara un litigio”, comenta Juan Pablo Delgado.
El experto en derechos humanos enfatiza que en México todavía se debe luchar contra un sistema normativo “de opresión” que está en contra de la comunidad LGBTQ+. “Debemos reconocer que existen tres principales sistemas de opresión: el sistema binario, que obliga a identificarse como ‘hombre’ o ‘mujer’, nada más; existe la heteronormatividad, que mandata que todas las personas tenemos que ser heterosexuales; y la cisnormatividad, que marca que todas las personas se deben identificar con el género con el que nacieron”.
Cualquier elemento que pueda ser una amenaza para romper con estos tres sistemas, explica Delgado, siempre encontrarán resistencia por parte de las autoridades, en algunos casos por desconocimiento y, en otros, por ideología que termina convirtiéndose en discriminación, añade.
Por ello, reflexiona sobre la lucha de la comunidad LGBTQ+, y enfatiza que también incluye examinar si un procedimiento va lento por las trabas burocráticas o porque las autoridades tienen desconocimiento absoluto y jamás han escuchado hablar de personas trans o no binarias, o no entienden los términos. Ante eso, agrega, debe ser imperativa la capacitación y sensibilización de las autoridades con el objetivo de que desempeñen un mejor papel a la hora de garantizar derechos a todas las personas.
Con mayor conocimiento, empatía y sensibilidad, reitera Juan Pablo Delgado, cualquier persona no binaria podrá acudir a un registro civil a solicitar un acta de nacimiento que obtendrá fácilmente y no tendrá que pagar miles de pesos, tiempo y desgaste anímico por un juicio para luchar por un derecho de reconocimiento de identidad de género.
En octubre de 2022, México marcó un parteaguas en América Latina al entregar a Jesús Ociel Baena Saucedo la primera magistratura no binaria del órgano electoral en Aguascalientes. Le magistrade, como se hace nombrar, escribió en sus redes sociales, tras tomar protesta: “Haciendo historia, como primer magistrade electoral no binarie de América Latina”.
Entrevistado por Newsweek en Español, Baena Saucedo comenta que “no se habían volteado a ver los derechos político electorales, al menos no desde la perspectiva de la inclusión, aún cuando son derechos ‘llave’ porque abren la posibilidad de no pedir favores a ningún representante popular y sí ocupar los espacios desde donde se toman grandes decisiones, desde donde se legisla, por ejemplo, el matrimonio igualitario o se reconoce a la población no binaria”.
Hace aproximadamente cinco años, Baena Saucedo impugnó una convocatoria del Senado de la República porque era exclusivamente para mujeres. Su argumento fue que otros grupos, así como ellas, históricamente habían sido invisibilizados. También cuestionó el vocabulario que se usó en el documento y la forma en que se excluía a las personas no binarias.
Así comenzó un litigio estratégico en donde invitó a la comunidad LGBTQ+ a que exigieran los derechos político electorales, es decir, votar y ser votados, así como formar parte de las autoridades que determinan las grandes decisiones del país. En este caso, Baena Saucedo buscaba ser una autoridad electoral.
Sin embargo, para obtener una candidatura y formar parte de las personas que serían votadas se necesitó, señala, de la voluntad política, la misma que se requirió para obtener un acta de nacimiento, una CURP y un pasaporte para una persona no binaria.
Obtener el pasaporte fue una acción “sumamente fácil”, asegura Baena Saucedo. Sin embargo, la parte complicada fue presentar un acta de nacimiento con casillero no binario, “porque se debe ir a juicio para obtenerla”. Además, añade le magistrade, obtener la credencial de elector no binaria también incluyó una larga lucha. “Todos ellos son calvarios que debemos de caminar las personas no binarias por la simple falta de voluntad política”, sentencia Jesús Ociel Baena Saucedo.
En febrero de 2023, El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó por mayoría de votos determinar viable la incorporación de la letra “X” en la credencial para votar que reconozca a las personas no binarias.
El entonces consejero electoral Ciro Murayama Rendón explicó que con la propuesta, “la identidad de género se reconoce sin más verificación que la decisión soberana de cada quien”.
Por ello, es el único documento que se puede obtener con la casilla de género no binario con tan solo ir a un módulo de atención. “Los estados, al decidir de forma independiente respetar o no la identidad de género, pueden expedir un acta no binaria, para ello se debe ir a juicio, situación distinta para las personas trans que viven en entidades donde ya se legisló para que fácilmente lleguen a un módulo y soliciten su acta”.
Baena Saucedo lamenta que cada estado decida reconocer o no la identidad de género por lo que, indica, debería haber una declaratoria de inconstitucionalidad, decretada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para poder generalizar ese derecho. “Es bueno que haya legislaciones que reconozcan la identidad trans, pero el género no binario sigue siendo invisibilizado, por ello parece que seguimos perdiendo y se debe crear una reforma en cada entidad”.
Le magistrade insiste en que una de las bases para avanzar en estos derechos es sumar mayor número de “cuotas arcoíris” —espacios políticos electorales— para el reconocimiento de la población. En el ámbito federal, explica, se avanzó, pero se retrocedió poco después, ello porque el INE otorgó 50 espacios para los grupos en situación de vulnerabilidad; sin embargo, tanto el Congreso como el Senado aprobaron solamente 25 espacios.
“Se necesita reconocer más espacios para nuestra población en cargos de elección popular y de asignación directa. Yo lo resumo en que debemos recorrer exactamente el camino que ya recorrió la mujer, es decir, debemos alcanzar la paridad en todo, es lo que nos hace falta para ser visibles y, además, normalizar nuestra presencia en el sector público y privado”.
De acuerdo con Human Rights Watch, en todo el mundo el reconocimiento legal del género está ganando terreno. “Si bien a menudo los gobiernos reconocen el cambio legal a masculino o femenino, más de una decena de países, como Argentina, Malta, India, Nepal y Estados Unidos, ya permiten los documentos no binarios a nivel nacional”.
En tanto, la Organización de Aviación Civil Internacional, que determina la normativa mundial para los pasaportes, ahora ya permite tres categorías de sexo: masculino, femenino y ‘X’ para indefinido.
“Aunque se debe presionar a las autoridades para legislar leyes a favor de las personas no binarias y buscar más espacios en los congresos, también debemos de poner énfasis en la discusión social, abrir el debate. Se debe educar a las nuevas generaciones para que su pensamiento no sea obtuso y haya respeto e inclusión para toda la sociedad en general sin importar su género”, concluye Fausto Martínez. N
