
El endurecimiento de las reglas en la frontera de México y Estados Unidos empieza a forzar a muchos migrantes a optar por vías legales para migrar, mientras el gobierno mexicano se prepara para recibir a aquellos que sean rechazados por Washington.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visitó el sábado un punto fronterizo de la ciudad de Matamoros, en el estado de Tamaulipas, vecina de Brownsville, Texas.
“Ahora venimos a ver eso (….) hay que tener paciencia, todos”, dijo el mandatario izquierdista al responder brevemente a periodistas que lo interrogaron sobre la crisis migratoria.
“Quiero entrar con los mejores beneficios”, añade este militar desertor en un campamento de tiendas multicolores desplegado a lo largo de una calle.