Las fuerzas rusas utilizaron una gran carga de municiones descargadas por aire en un edificio de apartamentos el 9 de marzo de 2022, en Izium, Ucrania. El ataque fue mortal y las víctimas fueron 44 civiles. Las explosiones violaron las leyes de la guerra, informó Human Rights Watch.
El informe, “A Thousand Explosions in My Ears” (Mil explosiones en mis oídos), utiliza el testimonio de los sobrevivientes, las fotos, los vídeos y el modelado 3D del edificio en la calle Pershotravneva para mostrar los efectos devastadores del ataque. Aquel fue uno de los eventos más mortíferos para los civiles desde la invasión a gran escala de Rusia de Ucrania en febrero de 2022.
Docenas de civiles se refugiaban en el sótano, mientras el edificio estaba cerca de las líneas del frente, Human Rights Watch no encontró evidencia de que las fuerzas ucranianas estuvieran usando el edificio con fines militares en ese momento.
“Las generaciones de familias en el sótano fueron sepultadas por este único ataque”, dijo Richard Weir, investigador senior de crisis y conflictos de Human Rights Watch. “No encontramos evidencia que justifique tratar el edificio de apartamentos como un objetivo militar legítimo, o que las fuerzas rusas trataran de evitar o minimizar la destrucción de tantas vidas civiles”.
El informe detalla el ataque y cuenta la historia de Mykhailo Yatsentiuk, un electricista de unos sesenta años que había vivido en el edificio con su esposa, Natalia, durante tres décadas, criando a tres hijos y seis nietos. Natalia y otras 6 personas de su familia, de 3 a 96 años, murieron en el ataque. Yatsentiuk sobrevivió porque salió del sótano para hacer el té de su nieta.
El edificio de cinco pisos se encuentra en el distrito central de Izium, del que las fuerzas ucranianas tuvieron el control hasta finales de marzo. Está cerca del río Donets y de una pasarela estratégica. En los días previos al ataque, hubo hostilidades sostenidas en la zona.
Las fuerzas rusas tomaron el control total de la ciudad a finales de mes y la ocuparon y el área circundante durante casi seis meses. Fuera de Izium, se sabía poco sobre el ataque que destruyó la calle Pershotravneva hasta que las fuerzas ucranianas retomaron el control de la zona en septiembre de 2022.
Los sobrevivientes y los residentes locales dijeron que los aviones militares rusos de ala fija habían estado volando constantemente por encima de la cabeza en los días previos al ataque. Los edificios cercanos sufrieron daños, muy probablemente por las fuerzas terrestres rusas que dispararon desde el otro lado del río, y Pershotravneva había sido alcanzada y dañada, pero sin víctimas civiles, según HRW.
La organización internacional indicó: “El uso de armas explosivas con efectos de área amplia en áreas pobladas aumenta la preocupación por los ataques ilegales, indiscriminados y desproporcionados. Estas armas tienen un gran radio destructivo, y su uso debe evitarse en áreas pobladas”. N
