En agosto de 2022, el gobierno de Bolivia certificó sus reservas de litio en cerca de 21 millones de toneladas, principalmente en el Salar de Uyuni, la mayor planicie del mundo, maravilla natural con las más altas reservas de litio del planeta. Ubicado en el departamento de Potosí, es un desierto salino tan amplio que cubre una superficie de 12,000 kilómetros cuadrados,el cual puede notarse desde el espacio.
De acuerdo con datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia, una potencia mundial en reservas del mineral, exportó en 2021 un total de 1,019 toneladas de litio, por casi 10 millones de dólares: 44 por ciento a Rusia, 40 por ciento a China y 16 por ciento a Estados Unidos.
Según el historiador y documentalista Pablo Michel, entre 1966 y 1967, un equipo de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) entrenó en el Salar de Uyuni para el viaje a la luna a bordo del Apolo 11. Años antes de que Neil Armstrong llegara al satélite natural de la Tierra, el 20 de julio de 1969, observó en América del Sur un lugar que parecía un espejo gigantesco el cual robó su atención. Por esta razón, decidió visitar Bolivia y conocer el gran Salar.
Con información de la organización Paisajeo, hace unos 40,000 años aproximadamente, la zona formaba parte del gigantesco lago Minchín de 36,000 kilómetros cuadrados. Sin embargo, tras su evaporación derivada de la falta de afluentes y el calor por la actividad volcánica, se dio origen al Salar de Uyuni y Coipasa, así como a los lagos Poopó y Uru Uru.
Compuesto por 11 capas de sal, cuyo espesor varía de 2 a 10 metros, el Salar se extiende como una enorme plataforma plana y blanquecina, que ofrece un paisaje de gran similitud al de las latitudes polares. El fondo también tiene espacios donde se acumula el agua de lluvia, que posteriormente se convierte en salmuera. Esta contiene minerales muy importantes como boro, magnesio, cloruro de sodio y litio, con el cual se fabrican baterías, computadoras, celulares y televisiones, entre otros dispositivos tecnológicos.
De acuerdo con un artículo de la revista National Geographic, bajo los más de 12,000 kilómetros cuadrados de superficie del Salar existen unos 100 millones de toneladas de litio. esta cifra lo convierte en la reserva más grande del planeta, con más del 50 por ciento del total global.
“El tamaño real del Salar oscila estacionalmente debido a que parte de sus orillas son una mezcla variable de barro, sal y agua. Aunque la mayor parte del ario el Salar presenta una superficie relativamente homogénea de sal, en la estación lluviosa (diciembre-marzo) una delgada capa de agua entre 5 a 30 centímetros de altura cubre prácticamente todo”, refiere la revista Boliviana de Física.
Dentro de las curiosidade de esta maravilla natural está la producción de crías de tres tipos de flamencos en noviembre, otro de los nombre como se le conoce es “desierto de Salvador Dalí”. Asimismo, es el mejor espacio para la calibración de satélites y alrededor de 60,000 turistas visitan cada año el Salar.
No obstante, el Salar de Uyuni también ha sido escenario de grandes películas como Star Wars: Episodio VIII – Los últimos Jedi, dirigida por Rian Johnson y estrenada en 2017 en Estados Unidos. Igualmente la cinta Salt and Fire, bajo la dirección del alemán Werner Herzog y la actuación de Gael García Bernal. N
