En el segundo trimestre de 2022, el ingreso laboral promedio de la población mexicana a nivel nacional fue de 6,534.04 pesos mensuales. Los hombres ocupados reportaron un ingreso laboral de 7,124 pesos al mes y las mujeres, 5,655. Esto indica —en términos relativos— que el ingreso del primer sector es aproximadamente 1.3 veces mayor que el de las mujeres, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En el nuevo informe del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), que permite dar seguimiento a la evaluación del ingreso laboral y su relación con el costo de la canasta alimentaria, también se destacó que los trabajadores formales tuvieron una percepción mensual de 9,311 pesos. Esto es el doble de las personas en trabajos informales, que fue de 4,544 pesos.
“Durante este periodo, el ingreso laboral real promedio de la población informal tuvo una disminución de 1.7 por ciento, mientras que el de sus pares formales presentó un leve incremento de 0.1 por ciento”, establece el documento.
Respecto a la pobreza laboral en el ámbito rural, permaneció en niveles similares al pasar de 51.9 a 52 por ciento, mientras que en zonas urbanas hubo una disminución de 0.7 puntos. En cuanto al cambio anual en el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria, entre el segundo trimestre de 2021 y el mismo periodo de 2022 se observó una baja nacional de 1.6 puntos.
Esta disminución de la pobreza laboral deriva principalmente de un mayor número de personas que abona al ingreso en los hogares. Sin embargo, este aumento en la ocupación se concentra en empleos cuyo rango salarial es menor a un salario mínimo, que se sitúa en 5,200 pesos mensuales.
Según las cifras del Coneval, el poder adquisitivo per cápita nacional presentó un crecimiento de 1.1 por ciento respecto al primer trimestre del año, al pasar de 2,850.25 a 2,880.91 pesos, es decir, un alza de 30.66 pesos. No obstante, para la población rural su percepción económica se mantiene por debajo con apenas 1,665 pesos, frente a los 3,270 pesos del ámbito urbano.
“La economía mexicana se encuentra en un periodo de recuperación, posterior al efecto de la emergencia sanitaria por covid-19 (…) La inflación general anual del segundo trimestre (abril-mayo) se ubicó en 7.8 por ciento”, precisa en las cifras.
Los tres productos con mayor incidencia en la variación trimestral de la canasta alimentaria rural fueron: el jitomate, tortilla y los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar. En el ámbito urbano, la mayor incidencia estuvo encabezada por alimentos y bebidas consumidas fuera de casa, el tomate y huevo.
Durante este periodo, un total de 20 de las 32 entidades federativas presentaron un aumento en su ingreso laboral real per cápita. Las tres entidades con mayor incremento trimestral fueron Hidalgo (8.3 por ciento), Baja California Sur (6.9 por ciento) y Sinaloa (4.7 por ciento). Aquellas con una mayor disminución en el ingreso fueron Chiapas, Querétaro y Campeche. N
