Escritora francesa conocida por sus novelas sobre clase y género basadas en su experiencia personal, Annie Ernaux ganó este jueves 6 de octubre el Premio Nobel de Literatura. Según anunció el jurado, la autora, de 82 años, fue recompensada por “la valentía y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los distanciamientos y las restricciones colectivas de la memoria personal”.
El premio está dotado con 10 millones de coronas (unos 911,000 dólares). Annie Ernaux declaró a la televisión sueca SVT que este galardón supone para ella “un gran honor”, pero también una gran “responsabilidad”.
“Considero que se me hace un gran honor, y para mí es al mismo tiempo una gran responsabilidad recibir el Premio Nobel”, dijo la galardonada, aludiendo a una necesidad de “testimonio de justicia respecto al mundo”.
El año pasado, el galardón recayó en el autor británico de origen tanzano Abdulrazak Gurnah, por su obra sobre los refugiados, el colonialismo y el racismo.
Ernaux, cuyo nombre circulaba desde hace años entre los posibles ganadores de la prestigiosa recompensa, es la decimoséptima que lo obtiene, entre los 119 laureados desde que se instauró el premio, en 1901. Es la primera mujer francesa galardonada con el Nobel de Literatura, y se suma a 15 otros compatriotas que ya lo consiguieron, entre ellos Albert Camus y Jean-Paul Sartre (quien lo rechazó).
Profesora de literatura en la universidad, Annie Ernaux ha escrito una veintena de obras, donde aborda el peso de la dominación de las clases sociales y la pasión amorosa, dos temas que han marcado su trayectoria.
Su estilo clínico, desprovisto de lirismo, ha sido objeto de numerosas tesis. Entre sus obras figuran Los armarios vacíos(1974), El acontecimiento (2000) y Los años (2008).
Ernaux ha publicado una obra esencialmente autobiográfica que constituye una radiografía de la intimidad de una mujer que evoluciona en la estela de los grandes cambios de la sociedad francesa de la posguerra.
Nacida en 1940, Annie Ernaux vivió hasta los 18 años en el café-tienda “sucio, feo” de sus padres en Yvetot, en Alta Normandía (norte de Francia). De este medio salió gracias a una cátedra en letras modernas que obtuvo luego de un intenso trabajo intelectual.
Con su prosa cristalina, Ernaux formaba parte de los favoritos en los círculos literarios, pero ella asegura que este premio ha sido una gran “sorpresa”.
“Su obra carece de concesiones, y está escrita en un lenguaje simple, limpio” subrayó el académico Anders Olsson en su presentación de la obra de la galardonada con el premio Nobel.
Su último libro, Le jeune homme, apareció a principios de mayo en Gallimard, su editorial de toda la vida que, en Twitter expresó su “inmensa felicidad”.
El presidente francés Emmanuel Macron saludó la atribución del Nobel a Annie Ernaux, según él, “la voz de la libertad de las mujeres y de los olvidados del siglo”. Ella “escribe, desde hace 50 años, la novela de la memoria colectiva e íntima de nuestro país”, agregó.
Críticos y pronosticadores estaban divididos este año entre dos escuelas: quienes veían en los últimos premios la confirmación de que la Academia no quiere galardonar a escritores ya famosos, sobre todo cuando venden muchos libros. Y los que pensaban que la Academia iba a cambiar, premiando a un autor de renombre mundial, o al menos en la lista de los favoritos habituales.
La Academia sueca se está recuperando de una larga crisis, tras un escándalo #Metoo en 2017-2018 y la atribución el año siguiente de un controvertido Nobel al escritor austriaco Peter Handke, de posiciones favorables a Slobodan Milosevic, acusado de crímenes de guerra.
La Academia, reputada y criticada por sus elecciones masculinas y “eurocentradas”, ha premiado desde entonces a la poetisa estadounidense Louise Glück y al novelista británico nacido en Zanzibar, Abdulrazak Gurnah, cuya obra está centrada en los tormentos del exilio y de los refugiados, en el anticolonialismo y el antirracismo.
El galardón de Literatura será seguido por el muy esperado premio de la Paz el viernes. La jornada de los Nobel concluye el lunes con la asignación del premio de Economía, el único que no estaba previsto en el testamento de Alfred Nobel.
Estas son algunas de las principales obras de la escritora francesa Annie Ernaux:
Es su primera novela. Inspirada en hechos reales, explica el aborto clandestino que vivió cuando era estudiante. De estilo corto y seco, revela con detalle el aborto como un fracaso, una forma de humillación.
La protagonista, Denise Lesur, es una joven estudiosa que vive su embarazo como un obstáculo para sus sueños de emancipación. El libro presenta con detalles el acto de la interrupción del embarazo, lo que le valió en su día el calificativo de “obsceno”.
De ese aborto surgirá otros libro emblemático: El acontecimiento (2000), adaptado al cine por Audrey Diwan, que logró el León de Oro en la Mostra de Venise en 2021.
Annie Ernaux prosigue en La mujer helada (1981) su trabajo de autoficción, con el recuerdo del paso de la juventud a la edad adulta, de adolescente llena de sueños a una mujer helada, tras su matrimonio.
La autora juzga la sociedad en la que vive como patriarcal. Explica el descubrimiento de las diferencias sociales entre hombres y mujeres, la violencia de esa desigualdad. El libro narra el naufragio de su matrimonio y el papel de esposa en la Francia de los años 1970.
El libro empieza cuando Annie Ernaux pasa su concurso universitario. Pocas semanas después fallecer su padre. En El lugar, la autora retrata a ese hombre. Y en Una mujer se ocupará de su madre. La autora se presenta en El lugar como una “tránsfuga de clase” porque consigue dejar atrás sus orígenes humildes.
Su padre era un campesino analfabeto que dejó el campo para regentar un pequeño comercio. Ernaux había conseguido subir en la escala social gracias a sus estudios y a su matrimonio. La diferencia de centros de interés, de actividades, de círculos sociales generó un foso entre padre e hija que ambos no pudieron superar.
Está considerado como su obra más importante. Al rememorar su vida, Ernaux pinta el retrato de toda una generación, la de los hijos de la guerra marcados por el existencialismo de los años 50 y la liberación sexual de la década siguiente.
La autora se acuerda de objetos, de canciones, hasta de programas de televisión. “Es a la vez la narración de mi vida, pero también es la de miles de mujeres que también buscaron la libertad y la emancipación” explicó a la AFP en mayo de 2022.
Con este libro, Annie Ernaux se lanza a la búsqueda de la “chica del 58”. En las primeras páginas advierte al lector: lo que le va a contar “es el texto que sigue faltando. El que ha sido aplazado. El agujero incalificable”.
Ese texto que faltaba, desde hacía 50 años, es la pérdida de virginidad de la protagonista, en 1958. Una joven “torpe” que apenas conocía nada de la vida fuera de su Normandía natal. No es solamente el descubrimiento del erotismo, sino la primera incursión, brutal, en el mundo adulto. N
