Se informó en días pasados que el estado de Puebla había experimentado una disminución en el delito de homicidio. El que esto escribe consultó diversas fuentes, compulsando tales documentos con el archivo Excel que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública tiene al respecto.
Se hizo una comparación, municipio por municipio, entre los datos de 2019 y 2020, para poder identificar si se trataba de una disminución real en los 217 municipios poblanos o no.
El análisis arrojó los resultados siguientes, a consideración del lector:
1.-Es correcto afirmar que hubo una disminución en los homicidios dolosos en el estado de Puebla entre 2019 y 2020; sin embargo, tal afirmación no es precisa si se analiza municipio por municipio. Analizando los 217 municipios en forma unitaria, resulta que mejoraron 91 municipios; empeoraron 42 y se mantuvieron sin cambios, 84.
2.-Lo anterior permite suponer que, efectivamente el estado de Puebla bajó en términos absolutos sus homicidios dolosos en el lapso enero-junio de 2020 respecto al mismo plazo de 2019, pero no en términos relativos: empeoraron los homicidios en el 19 por ciento de sus municipios, al tiempo que permaneció sin cambio el 38 por ciento y mejoró el 41 por ciento, en cifras redondeadas.
3.-El análisis permitió observar que del total de homicidios registrados por el Secretariado para el lapso enero-junio 2020, el 30 por ciento de los mismos se dio en apenas nueve municipios: Amozoc, Atlixco, Chietla, Huauchinango, Huejotzingo, Izúcar de Matamoros, San Martín Texmelucan, Tehuacán y Zacatlán.
4.-Si a esos nueve municipios se les agrega a la ciudad de Puebla, sube al 49 por ciento, lo que quiere decir que la mitad de los homicidios en el estado de Puebla se cometen en diez municipios, que son los ya mencionados.
5.-Seguramente el lector se preguntará cómo es posible que bajen los homicidios en términos generales, pero a la hora de analizar municipio por municipio, el diagnóstico diga que empeoraron 42 municipios de 217. Es muy sencillo de explicar, en dos vertientes:
• Considerando que 84 municipios no mejoraron ni empeoraron y que 91 municipios mejoran en sus números, ambos tipos de demarcaciones atenúan el efecto negativo de los 42 que empeoraron en términos de homicidios dolosos.
• Y, hay un conjunto de diez municipios que muestran una clara anomia que está exacerbando y atomizando los homicidios; exacerbando porque están incrementando “sus muertos” y atomizando, porque están “robándoles” sus homicidios a otros municipios, lo que significa que esas diez demarcaciones están saliéndose de control.
En otras palabras: Amozoc, Atlixco, Chietla, Huauchinango, Huejotzingo, Izúcar de Matamoros, Puebla, San Martín Texmelucan, Tehuacán y Zacatlán son focos rojos en términos de actividad criminal de alto impacto.
De esos diez municipios, cuatro llaman poderosamente la atención: Huauchinango, San Martín Texmelucan, Tehuacán y Zacatlán. En el primero y el segundo, el huachicol es el motor de la violencia; en el tercero, la incapacidad para imponer gobernabilidad es obvia y en el cuarto caso, la delincuencia organizada avanza, pero nadie la ve.
Los feminicidios
Por lo que se refiere a los feminicidios, también se hizo una compulsa con diversas fuentes documentales y los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
1.-Entre 2019 y 2020, 186 municipios poblanos permanecieron sin cambio; 15 municipios bajaron sus feminicidios y 16 los aumentaron. Estos 16 municipios son el foco rojo del problema mencionado.
2.-Son seis municipios los que aportan el 45 por ciento de los feminicidios: Coronango, Chietla, Palmar de Bravo, San Martín Texmelucan, Huixcolotla y Zacatlán. Si se agrega a la ciudad de Puebla, la cifra alcanza casi el 63 por ciento. En otras palabras, siete municipios son responsables de seis de cada diez feminicidios en Puebla.
Los homicidios dolosos y los feminicidios tienen como punto de encuentro a Puebla, San Martín Texmelucan y Zacatlán. Los tres municipios tienen dos factores comunes: el huachicol y la pelea criminal por el territorio.
3.-La alerta de género (o como se le llame después) no ha funcionado. Tres son los motivos por los que no ha dado resultados, basados en la experiencia de campo y conocimiento de la operatividad de la misma:
3.1.-Hay poquísimos expertos verdaderos en el tema, que son los que hacen el trabajo pero es tal la cantidad de variables a atender, que es humanamente imposible lograrlo. Los especialistas despachan en su totalidad, por los rumbos del Boulevard Héroes del 5 de Mayo y la 31; simplemente, hacen lo que pueden.
3.2.-Los feminicidios son un asunto de análisis criminológico y jurídico, porque dependiendo del criterio del clasificador, será el aumento o disminución de las cifras correspondientes.
3.3.-Y, es un hecho que el feminicidio tiene un elemento a favor: si el motor de dicho delito es el odio propiamente dicho a la condición de ser mujer, cualquiera puede cometerlo, lo que señala una obviedad, en el sentido que el tema tiene un poderoso componente cultural que tiene ser frenado lo más contundentemente posible.
Ahora mismo, en 42 municipios poblanos no hay motivos para celebrar la disminución de los homicidios dolosos a nivel estatal. Y seis municipios tampoco pueden hacer lo mismo, en términos de feminicidios.
* Dr. Mauricio Saldaña. Egresado con mención honorífica del Instituto Nacional de Administración Pública en la Ciudad de México, se desempeña como analista en temas de inteligencia. De su obra más reciente en inglés se encuentra “Cartels, clans and gangs: towards a taxonomy of organized crime in Mexico” y en español “El Estado Cuestionado”, disponible en La Carpeta Púrpura.
Con información de Diario Puntual
