Un policía murió y otros cinco resultaron heridos este viernes en un doble atentado suicida cerca de la embajada de Estados Unidos en Túnez, en el primer ataque en la capital tunecina en ocho meses.
Un teniente, que resultó herido en el ataque, falleció posteriormente, según el ministerio tunecino del Interior, que inicialmente informó de seis heridos, cinco agentes y un civil levemente lesionado.
Según policías que se hallaban en el lugar, los dos asaltantes llegaron en moto y detonaron su carga explosiva al acercarse a los agentes situados en una rotonda que conduce a la embajada estadounidense. Sin embargo, se escuchó solamente un detonación, dando a entender que uno de los dos kamikazes no logró accionar su explosivo.
Hace ocho meses, en junio de 2019, se produjo también un doble atentado suicida contra policías en el centro de la capital, reivindicado por la organización yihadista Estado Islámico (EI), lo que demostró la resistencia de los grupos extremistas.
Sin embargo, la situación de seguridad ha mejorado notablemente en el país, aún traumatizado por una serie de cruentos atentados en los años 2015 y 2016.
Este viernes, la explosión se produjo antes de mediodía cerca de la embajada, situada en el barrio Berges du Lac, a unos diez kilómetros del centro de la capital, un sector protegido permanentemente por importantes retenes de seguridad.
La policía científica fue rápidamente enviada al lugar, que era sobrevolado por un helicóptero, mientras que los policías, aún conmocionados, cerraban los accesos a la zona, según constató un periodista de la AFP.
“Dos personas atacaron a una patrulla de seguridad en (…) la calle que conduce a la embajada de Estados Unidos” indicó el ministerio del Interior en un comunicado, que precisó que “murieron los dos asaltantes”.
“Todas las unidades de seguridad están en alerta elevada” agregó.
Según el portavoz del ministerio, Khaled Ayouni, “el objetivo” de los kamikazes “era la patrulla de policía más que la embajada de Estados Unidos”.
Este ataque ha vuelto a sumir al país en el recuerdo de los atentados suicidas que sufrió tras su revolución de 2011.
Túnez se halla en estado de emergencia desde noviembre de 2015, cuando se produjo un ataque suicida contra la guardia presidencial en la capital en el que murieron 12 agentes. Este atentado también fue reivindicado por el EI.
Tras la caída de la dictadura en 2011, Túnez hizo frente a una ofensiva de grupos yihadistas, que causaron la muerte de decenas de policías y soldados, así como numerosos civiles y 59 turistas extranjeros.
En septiembre 2012, grupos salafistas se manifestaron ante la embajada estadounidense para protestar contra un película considerada islamófoba realizada en Estados Unidos.
Cuatro personas murieron y decenas resultaron heridas en violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
En 2015, tras una serie de ataques contra turistas en una playa de Susa (este) y en el célebre museo del Bardo en Túnez, la situación de seguridad ha mejorado en los últimos años.
Sin embargo, el 7 de marzo de 2016, yihadistas procedentes de la vecina Libia intentaron sin éxito apoderarse de puestos de las fuerzas de seguridad en Ben Guerdane (sur), causando 20 muertos.
