La policía de Fronteras de Grecia ha cargado con botes de gases lacrimógenos contra varios centenares de refugiados y migrantes que estaban intentando cruzar la frontera desde Turquía.
También las autoridades helenas han acelerado sus planes para deportar rápidamente a las personas que siguen llegando a las islas del mar Egeo.
Las imágenes de las cadenas de televisión griegas han mostrado a los agentes lanzando botes de gases lacrimógenos en la valla fronteriza, una actuación que se repite con cierta frecuencia en los últimos días para impedir los intentos de los refugiados y migrantes de llegar a suelo griego desde Turquía.
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También se pudo ver lanzamiento de botes de gases lacrimógenos desde el otro lado de la frontera aunque no está claro quién ha realizado los lanzamientos.
Según fuentes griegas, unos 12,500 refugiados y migrantes se han concentrado en la frontera griega, en la región de Evros, en el noreste de Grecia.
La marina griega ha desplegado un buque en Lesbos para llevarse a los refugiados y migrantes que acaban de llegar y mantenerlos a bordo hasta que puedan ser trasladados a un campamento cerrado en la Grecia continental.
Desde el campamento, los refugiados y migrantes serán rápidamente deportados a sus países de origen, según ha contado a DPA un oficial de la Guardia Costera en Lesbos.
Los refugiados y migrantes que están llegando a las islas del Egeo están siendo detenidos para posteriormente ser trasladados y deportados.
Más de 900 personas han cruzado por mar hasta llegar a las islas griegas desde que Turquía decidió permitir la salida de migrantes y refugiados hacia Europa el 29 de febrero, aunque desde el martes no se han registrado nuevas llegadas por la tormenta que se está registrando en l zona.
En las islas griegas del mar Egeo permanecen decenas de miles de personas desde hace meses.
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Grecia reaccionó a la decisión de Turquía de permitir la salida de refugiados y migrantes con un nuevo enfoque de control migratorio más duro que busca sellar su frontera terrestres.
El domingo, el gobierno de Grecia anunció que no aceptaría solicitudes de asilo durante un mes y que planea expulsar a todos los migrantes que lleguen en este periodo con un procedimiento rápido.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) considera que la suspensión de las demandas de asilo decidida por Grecia durante un mes es contraria al derecho internacional y europeo.
A pesar de esto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que visitó el martes la frontera grecoturca, dio su apoyo al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y dio las gracias a Atenas por ser “un escudo” para la UE, prometiendo 700 millones de euros de ayuda.
Con información de AFP y Europa Press.
