
El Comité de los Derecho del Niño expresó preocupación por la elevada y creciente incidencia de violencia contra las niñas en Bolivia, que a menudo se manifiesta en forma de infanticidios y violencia sexual. Asimismo, instó a las autoridades del país a tomar medidas urgentes para garantizar los derechos de ese colectivo.
El grupo de expertos del Comité también pidió este viernes 10 de febrero a Bolivia implementar a cabalidad la legislación relativa a la lucha contra el infanticidio, el feminicidio y la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes y la violencia sexual contra los niños. Del mismo modo, lo conminó a investigar a fondo y con celeridad todas las denuncias de violencia contra los niños.
El Comité de la ONU refirió con alarma el elevado número de violaciones, embarazos y maternidad infantiles forzados, así como explotación sexual y prostitución de menores.
Según los expertos, Bolivia precisa emprender acciones eficaces para luchar contra la violencia sexual en todas las provincias, especialmente en las zonas rurales, y adoptar un plan nacional que aborde y ponga fin a la explotación sexual de los niños, sobre todo en las zonas mineras y turísticas.
En sus observaciones al quinto y sexto informes presentados por el país sudamericano, el Comité destacó que la definición legal de violación no se refiere a la falta de consentimiento para las relaciones sexuales, por lo que solicitó a las autoridades que esa definición se ajuste a los estándares internacionales, que el delito no prescriba y que se tomen en cuenta las relaciones de poder al evaluar el consentimiento de las relaciones.
De acuerdo con el Comité los niños indígenas y afrodescendientes son los que sufren mayores transgresiones de sus derechos porque además de la explotación y “otros atropellos” suelen hallarse en riesgos sanitarios por carecer de acceso a bienes y servicios básicos como agua, alimentos, cuidados de salud e instalaciones de saneamiento.
Al referirse a la explotación económica y el trabajo forzoso, el informe señala que se han documentado 83,000 casos de niños de entre cinco y trece años que trabajan en condiciones peligrosas más de 40 horas semanales y durante la noche. Muchos de estos pequeños son guaraníes de la región del Chaco.
El Comité exhortó a Bolivia a “erradicar las peores formas de trabajo infantil y a impedir que los niños se conviertan en víctimas de servidumbre por deudas. Así como eliminar las prácticas laborales peligrosas en las que los niños trabajadores están expuestos a riesgos ambientales. Sin dejar de promover alternativas más seguras; a garantizar el seguimiento de los niños afectados; y a actualizar la lista de trabajos peligrosos”. N