En tiempos de las relaciones desechables, las apps de citas y la cultura de la inmediatez hay quienes por diversas razones han dejado de creer en el amor. Hay otros que permanecen buscando el amor tradicional y otros que han evolucionado la concepción de este, creando nuevos conceptos y prácticas del amor moderno. Y también hay quienes creen en la disidencia.
Hoy que es 14 de febrero, este poema va dedicado para todas y todos los que, independientemente de su forma de entenderlo, han decidido seguir creyendo en el amor.
Hoy somos la disidencia.
Vivir con poesía
es un acto de rebelión.
En un mundo cínico
de utilitarismo salvaje,
para creer en el amor
se requiere coraje.
Pero aquí estamos… la resistencia,
conspiradores.
Los que aún creemos en el poder
de las palabras y de las flores.
Nos llaman intensos
o románticos anticuados,
por creer en el amor verdadero
…los apestados.
Aquí estamos los necios, los testarudos,
los renegados del amor desechable,
prófugos de la indiferencia.
Llenos de sueños,
nos revelamos.
El amor existe…
no es inventado.
Somos la contracultura,
los radicales del corazón,
formamos la minoría…
la oposición.
Rechazamos todas las expresiones
del amor en decadencia
somos los insurrectos…
la disidencia.
—∞—
Pedro Rangel es poeta y ensayista.
