
Desde hace tiempo, distintas voces e indicadores han confirmado los grandes niveles de estrés hídrico del estado de Aguascalientes, es decir, la alta demanda de agua por parte de la población que llega a superar la oferta disponible en los acuíferos, aunada a la mala calidad del líquido que se extrae.
Ahora, la calificadora S&P Global Ratings, que publica informes sobre investigación financiera y análisis de acciones y bonos, presentó un artículo donde advierte que más estados de México podrían verse afectados por el estrés hídrico para el año 2050, entre los cuales se señala a Aguascalientes.
En el texto, se expone que las entidades con una mayor demanda de agua podrían tener dificultades en su crecimiento económico a medida que aumente la frecuencia y la intensidad de las sequías si no se toman medidas.
Además, se resalta que, si bien el tema del estrés hídrico y las sequías no son nuevas para México, su impacto sí se ha intensificado en los últimos años y podría provocar que se duplique el número de estados que padezcan de estos fenómenos.
“La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), que regula y administra los recursos hídricos del país, informó que, en julio de 2022, ocho de los 32 estados del país sufrían una sequía de extrema a moderada. S&P Global Ratings considera que esta tendencia podría acentuarse esta misma década, dada la creciente incidencia de las sequías; la inadecuada inversión en infraestructuras hídricas, suministro y conservación; así como los recursos hídricos limitados”, se lee en el artículo.
Según la calificadora, el número de estados expuestos al estrés hídricos pasará de 11 a 20 en las próximas tres décadas, eso, si no se toman las medidas preventivas. En cada región se tendrán distintos niveles de sequía, dependiendo de su geografía, densidad poblacional y la actividad económica.
El documento recalca que los estados que ya enfrentan un alto estrés hídrico son Baja California y Baja California Sur, Aguascalientes, la Ciudad de México, el Estado de México, Morelos, Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas y Guanajuato.
La calificadora S&P Global Ratings alerta, además, que los altos niveles de estrés hídrico pondrían frenar el crecimiento económico de los estados, y, además, podría intensificar las presiones políticas y económicas para incrementar los gastos relacionados con el agua.
Para el profesor investigador del Departamento de Química de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), el Doctor Roberto Rico Martínez, actualmente es exagerado señalar que el agua podría acabarse para el año 2050, ya que a la fecha se están emprendiendo acciones que podrían abonar al buen uso del agua.
“Yo creo que eso es una gran exageración, bueno, si no tomamos medidas probablemente sí, pero si hay algo que debo reconocer al gobierno del estado es que es un gobierno que planea, que es reactivo, positivista en esos puntos y que seguramente va a tomar medidas al respecto”.
Como ejemplo, expuso que las autoridades locales están trabajando en el mejoramiento del sistema del Distrito de Riego 01, que está enfocado al sector agrícola, el mayor consumidor de agua a nivel estatal y nacional. Además, apuntó que ya se cuenta con tecnología capaz de detectar fugas de agua en la ciudad, por lo que hay herramientas para cuidar del líquido.
Aún así, el experto recalcó que, para implementar más acciones en pro del buen uso del agua, se necesitan inversiones fuertes y proyectos en conjunto por parte de los tres niveles de gobierno, así como estudios que revelen la situación actual de los acuíferos que abastecen a Aguascalientes.
“Necesitamos tener estudios más precisos de los acuíferos del estado, yo he visto algunos datos por ahí dispersos, no es un estudio integral, pero hay datos que me hacen ver que, si bien se está abatiendo al acuífero, quizá el abatimiento no es tan grave como me lo había imaginado, y todavía nos falta saber cuánta agua queda en esos acuíferos, yo pienso que aún hay suficiente agua como para pensar más allá de 50 o más años, pero siempre cuidando el agua”.
Rico Martínez consideró que algunas de las acciones que podrían impulsarse en el estado serían la colocación de humedales, la construcción de pozos con filtros especiales para reducir contaminantes como el arsénico o flúor, mayores inversiones en tanques de almacenamiento elevados para evitar los tandeos de agua en las colonias, y programas de apoyo a sectores más vulnerables, entre otros.
Para concluir, el investigador destacó que para enfrentar la escasez del agua se requiere, principalmente, voluntad política, con un plan a corto, mediano y largo plazo.
“Esa voluntad política me gustaría verla reflejada en un plan a corto, mediano y largo plazo, hay medidas que ya se pueden aplicar a corto plazo que de alguna manera nos ayudarían con estos problemas, que no son nuevos”, dijo. “Si hay una obligación del gobierno es el acceso universal al agua potable, eso no se discute, esa es la meta que debe de tener el gobierno”, concluyó.