Los legisladores republicanos sostienen que los estadounidenses están dispuestos a aceptar precios más altos como parte del “costo” de las políticas de Donald Trump, a pesar de la creciente preocupación por la inflación.
Este anuncio llega después de que Trump declarara que sus nuevos aranceles sobre China, México y Canadá entrarán en vigor a partir de este martes 4 de marzo, una medida que podría intensificar la inflación. Según estimaciones previas de Goldman Sachs, estos aranceles podrían incrementar la inflación en un 1 por ciento, reducir las ganancias de las empresas estadounidenses y provocar represalias de otros países.
Por otro lado, un informe del Departamento de Trabajo indica que la inflación ya está impactando la economía, con el mayor aumento en los precios al consumidor en casi 18 meses.
El senador Markwayne Mullin, en declaraciones a CNN, admitió estar “por supuesto” preocupado por los efectos de los aranceles en su estado, Oklahoma. Sin embargo, aseguró que sus votantes están dispuestos a “hacer lo que sea necesario” para respaldar la política del expresidente.
“Creo que nuestros electores harán lo que sea necesario para que Estados Unidos vuelva a encarrilarse. Estamos cansados de que los países se aprovechen de nosotros”, afirmó.
El representante Mark Alford de Misuri también intervino y dijo que está “totalmente a favor” de pagar precios más altos para “hacer que Estados Unidos vuelva a estar bien”. Su postura, al ser parte de los republicanos, también respalda lo impuesto por Trump.
“Todos tenemos un papel que desempeñar en esto para redimensionar nuestro gobierno, y si tengo que pagar un poco más por algo, estoy totalmente a favor de ello para que Estados Unidos vuelva a estar bien y para empezar a reducir las deudas”, aclaró. Cuando se le preguntó si cree que sus electores sienten lo mismo acerca de asumir algunos de los costos, Alford dijo: “Creo que sí”.
Las encuestas indican que los estadounidenses están divididos sobre si aprueban o no los aranceles de Trump. Una encuesta de Reuters/Ipsos realizada entre el 12 y el 18 de febrero reveló que 54 por ciento de los encuestados se oponía a nuevos aranceles a los bienes importados de otros países, mientras que 41 por ciento estaba a favor. El aumento de los aranceles a los productos chinos tuvo niveles más altos de apoyo, con un 49 por ciento a favor y un 47 por ciento en contra. La encuesta entrevistó a 4,145 adultos estadounidenses en todo el país.
Otras encuestas han mostrado que el índice de aprobación de Trump sobre la economía está cayendo, lo que sugiere que los estadounidenses están preocupados por la posible inflación y el aumento del costo de vida.
La encuesta de Reuters/Ipsos concluyó que 53 por ciento de los estadounidenses cree que la economía va por mal camino, frente al 43 por ciento de la encuesta, realizada entre el 24 y el 26 de enero. Además, un memorando del principal encuestador de Trump, Tony Fabrizio, y su socio, Bob Ward, publicado este mes, decía que su encuesta había determinado que 59 por ciento de los votantes en 18 distritos clave están preocupados por su situación financiera personal, incluido 61 por ciento de los votantes clave y 53 por ciento de los votantes del presidente Donald Trump.
Una encuesta reciente de Gallup, que entrevistó a 1,004 estadounidenses entre el 3 y el 16 de febrero, mostró que el índice de aprobación de Trump sobre la economía era del 42 por ciento, con un 54 por ciento de desaprobación, lo que equivale a un índice de aprobación neto de menos 12 puntos.
Gallup señaló que la calificación de Trump es más baja que la de cualquier presidente en su primer mandato en febrero en la historia reciente, incluidas las de Joe Biden (54 por ciento), Barack Obama (59 por ciento), George W. Bush (53 por ciento) y Bill Clinton (45 por ciento).
El senador Markwayne Mullin comentó a CNN: “¿Está el pueblo estadounidense listo para que el país vuelva a encarrilarse y hacer lo que sea necesario para que eso suceda? Absolutamente va a afectar a muchas empresas. Vamos a tener que ajustar algunos precios, pero el presidente está cansado de que la gente se aproveche de nuestro país”.
Cuando se le preguntó si sus electores están dispuestos a pagar precios más altos, Mullin dijo: “Creo que nuestros electores harán lo que sea necesario para que Estados Unidos vuelva a encarrilarse. Estamos cansados de que los países se aprovechen de nosotros”.
El representante Mark Alford, sostuvo por su parte, que los aranceles “van a tener un impacto”, particularmente en los agricultores, aunque dijo que espera que se “compensarán” los costos aumentando la producción energética nacional. “Todos tenemos un papel que desempeñar en esto para ajustar el tamaño de nuestro gobierno, y si tengo que pagar un poco más por algo, estoy totalmente a favor de que Estados Unidos vuelva a estar bien, para comenzar a reducir las deudas”.
Se espera que el impacto de los aranceles de Trump se sienta tanto en los consumidores estadounidenses como en la economía global. Además que países como Canadá y México, cuyas economías están entrelazadas con la de Estados Unidos y dependen en gran medida del comercio con su poderoso vecino, sufran dramáticamente las consecuencias de las nuevas políticas.
El centro de estudios Tax Foundation, con sede en Washington, estimó que los aranceles impuestos a China reducirían el PIB a largo plazo en un 0.1 por ciento, mientras que los aranceles propuestos a Canadá y México lo harían en un 0.3 por ciento. Sin embargo, esto no tiene en cuenta las represalias extranjeras. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)
