La posible imposición de un arancel del 25 % por parte de Estados Unidos a las importaciones mexicanas mantiene en alerta al sector manufacturero del país, pero fundamentalmente al fronterizo. Ciudades como Juárez y Tijuana tienen una alta cifra de exportaciones y personal empleado en este ramo. Esta medida de la administración Trump exige diferentes niveles de preparación ante el impacto económico que podría generarse, advirtió Alejandro Sandoval Murillo, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF).
Sandoval Murillo señaló que mientras las fábricas vinculadas a grandes corporativos cuentan con herramientas para analizar riesgos y trasladar su producción, las maquilas independientes y las pequeñas y medianas empresas mexicanas enfrentan un panorama más complicado.
“Las empresas maquiladoras que no provienen de grandes corporativos y que no tienen estas herramientas estructuradas, las empresas pequeñas y medianas mexicanas, incluso varias grandes, yo creo que sí están todavía muy débiles con la temática”, advirtió.
El impacto de los aranceles no será uniforme en todos los sectores. Empresas con mercados locales bien establecidos, como supermercados o concesionarios de gas, podrían sostener su operación sin mayores afectaciones, pero aquellas dependientes de la industria manufacturera sí enfrentarían desafíos.
“Serán los atados a las maquiladoras los que tengan más problema, alcance negativo, si no hay excepciones… esto es, si vienen abruptos los aranceles y superan los costos de producción en otros países, habría un escenario en donde habría un detrimento económico regional”, explicó.
Datos del Inegi muestran una disminución en el número de establecimientos manufactureros activos en Juárez, pasando de 334 en 2017 a 321 en noviembre de 2024. Esta tendencia refleja una pérdida de competitividad desde la primera administración de Donald Trump.
Actualmente, con Trump de regreso en la Casa Blanca en 2025, su discurso proteccionista mantiene preocupada a la iniciativa privada, especialmente después de que el mandatario reiterara su intención de aplicar aranceles a los bienes importados desde México.
El director del Comité de Comercio de Index Zona Costa Baja California, Isaac Gaudencio Vega Álvarez, alertó que la implementación de este arancel traería efectos inflacionarios y en el empleo a mediano plazo.
“La aplicación del gravamen, que se refiere pudiera aplicarse a partir del 1 de febrero de este año, generará efectos significativos para los diferentes sectores”, mencionó.
Vega Álvarez advirtió que la medida podría “revolucionar” el mercado binacional, ya que su implementación se daría en un contexto donde ni México ni Estados Unidos estarían preparados para afrontar un sobreprecio en el traslado de mercancías.
Será el consumidor final, porque lo va a pagar con un sobreprecio y eso quita elementos de facilitación para el consumidor de Estados Unidos
Aunque el sector manufacturero será el primero en resentir el golpe, Vega Álvarez aseguró que el impacto llegará a los consumidores.
“Será el consumidor final, porque lo va a pagar con un sobreprecio y eso quita elementos de facilitación para el consumidor de Estados Unidos, pero también para el mexicano, ya que pudiera generarse el mismo mecanismo”, explicó.
Además, mencionó que el empleo en el norte de México podría verse comprometido debido a la incertidumbre y especulación en el mercado laboral.
“A nivel región, las fronteras se ven afectadas con trabajo, la especulación podría afectar en las condiciones de trabajo, sin olvidar que empezamos el año con una menor cartera de empleos”, afirmó.
Las fronteras se ven afectadas con trabajo, la especulación podría afectar en las condiciones de trabajo
El impacto inmediato del arancel no será evidente, pero las consecuencias se verán en el mediano y largo plazo, especialmente en la industria manufacturera.
“De momento no visualizo que tenga un impacto, porque necesitaríamos forzosamente enviar los bienes todavía, sin embargo, sí en el mediano o largo plazo hacia la industria manufacturera significativamente”, detalló Vega Álvarez.
Finalmente, comparó el posible escenario con los aranceles impuestos por Estados Unidos a China y Colombia, sugiriendo que México podría enfrentar un proceso progresivo similar.
“Si lo ponemos en una connotación diferente, como le pasó a China, se hizo de manera progresiva, se fueron del 10% al 25% si no se generan acuerdos comerciales. (México) podríamos iniciar con un porcentaje menor que pueda afectar al mediano o largo término”, concluyó.
El posible arancel del 25% a productos mexicanos por parte de la administración Trump afectaría directamente a la industria manufacturera, elevaría los costos de bienes de consumo y generaría incertidumbre en el empleo. Mientras las grandes corporaciones pueden prepararse, las pequeñas y medianas empresas enfrentan un mayor riesgo.
Con la revisión del T-MEC en 2026, el panorama comercial entre los países norteamericanos podría cambiar, pero en el corto plazo, la iniciativa privada se mantiene en alerta ante las políticas proteccionistas de Trump. N
(Con información de El Diario y El Imparcial)
