El caso de Dominique Pelicot, condenado a 20 años de prisión por drogar y violar a su esposa durante una década, Gisèle Pelicot, marca un hito en la justicia francesa. Este jueves, el tribunal correccional de Aviñón dictó la sentencia máxima contra Pelicot y condenó a otros 50 acusados a penas de entre 3 y 15 años de prisión, creando un precedente en la lucha contra la violencia sexual.
Gisèle Pelicot, víctima de este atroz caso, rechazó un juicio a puerta cerrada para visibilizar su lucha. A sus 72 años, Gisèle se ha convertido en un ícono feminista internacional, defendiendo a las víctimas de agresiones sexuales y alzando la voz para que “la vergüenza cambie de bando”.
“Pienso en las víctimas no reconocidas, cuyas historias permanecen en la sombra. Quiero que sepan que compartimos el mismo combate”, declaró Gisèle tras el fallo, deseando un futuro de igualdad y armonía entre hombres y mujeres.
La vergüenza cambie de bando.
El tribunal declaró a Dominique Pelicot culpable de violación con agravantes, tras comprobar que drogó a su esposa entre 2011 y 2020 para abusar de ella junto a desconocidos contactados por internet. Aunque Pelicot no negó los hechos, su defensa argumentó traumas de infancia en su intento por reducir la pena.
Pienso en las víctimas no reconocidas, cuyas historias permanecen en la sombra.
Los otros 50 acusados, hombres de entre 27 y 74 años, también fueron condenados por su participación. Sin embargo, las penas fueron menores a las solicitadas por la fiscalía, generando descontento entre los familiares de la víctima y colectivos feministas.
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La expectación era importante este jueves tanto dentro como fuera del Palacio de Justicia de Aviñón. Ante periodistas de 180 medios acreditados -86 extranjeros-, los cinco magistrados del tribunal anunciaron las condenas, empezando por Dominique Pelicot.
“Señor Pelicot, respecto al conjunto de los hechos, lo declaramos culpable de violación con agravantes“, declaró Roger Arata, el presidente del tribunal. De pie, el principal acusado, de 72 años, no expresó ninguna emoción.
“Los hijos de los Pelicot están decepcionados por las bajas penas”, comentó un miembro de la familia, que pidió el anonimato, indicando que ninguno quiso hablar con su padre tras la condena.
El caso ha generado reacciones a nivel mundial. Líderes como Pedro Sánchez y Olaf Scholz destacaron la valentía de Gisèle Pelicot, mientras asociaciones feministas esperan que este juicio impulse un cambio en la actitud hacia las víctimas de violencia sexual.
Las asociaciones feministas esperan también que el juicio cambie la actitud ante las violaciones, intentos de violación y agresiones sexuales, que en Francia denuncian más de 200,000 mujeres cada año.
“Este juicio envía un mensaje de esperanza a las víctimas y representa un paso hacia la erradicación de la sumisión química y las agresiones sexuales”, afirmó Laure Chabaud, representante de la fiscalía.
El juicio contra Dominique Pelicot no solo marca un precedente legal, sino que también posiciona a Gisèle Pelicot como un símbolo de resistencia y lucha contra la violencia sexual. Este caso destaca la necesidad de seguir trabajando por una sociedad más justa, donde las víctimas reciban apoyo y justicia. N
