La política migratoria “Quédate en México” o “Remain in Mexico”, propuesta en la era de Donald Trump, quedará estancada en las negociaciones y no se implementará el primer día de su mandato, como había prometido el empresario republicano, según Ted Cruz, senador del estado fronterizo de Texas, Estados Unidos.
El presidente electo y sus aliados republicanos han sugerido repetidamente que la política de “Quédate en México” podría restablecerse inmediatamente después de su regreso al cargo.
“El primer día de mi nuevo gobierno detendré todos los vuelos de migrantes. Cerraré todas las entradas a través de la aplicación para teléfonos de migrantes. Pondré fin a la captura y liberación. Restableceré la política de Quédate en México; cerraremos la frontera”, sostuvo entonces Trump en un mitin de campaña en Wisconsin.
Sin embargo, el senador de Texas, que ha estado en conversaciones con el presidente electo sobre la crisis de la frontera sur, ha sugerido a Newsweek que esto no sería posible.
“Probablemente nos tomará un poco de tiempo restablecerlo porque hay que negociar eso con el gobierno de México, pero creo que ellos también lo harán y veremos cómo los números caen en picado”, dijo en una entrevista con el medio.
El senador Ted Cruz hizo de la seguridad fronteriza una prioridad en su campaña. Y las encuestas preelectorales indicaban un apoyo bipartidista a restricciones más estrictas a la migración. Una encuesta preelectoral de Gallup mostró que los republicanos y los demócratas respaldaban los llamados del expresidente Donald Trump a restringir más la migración. Un 55 por ciento de los encuestados quería que se redujera los niveles migratorios, mientras que 25 por ciento estaba a favor de que se mantuvieran los niveles.
Los republicanos se han unido en torno al llamado del presidente electo a asegurar la frontera y Cruz sigue optimista respecto de las políticas migratorias emblemáticas de Trump.
“El 20 de enero, Trump y su equipo podrán empezar a trabajar a toda máquina. Estoy seguro de que veremos una serie de órdenes que dirán: ‘Se acabó la captura y liberación. Estamos construyendo el muro'”, afirmó.
Fuentes de Aduanas y Protección Fronteriza también compartieron a Newsweek que esperan que Trump promulgue una serie de órdenes ejecutivas sobre inmigración dentro de las primeras 24 horas de asumir el cargo el 20 de enero.
El restablecimiento de la política dependería de la voluntad de México de cooperar y, si las autoridades se niegan o imponen condiciones, la implementación inmediata se vería obstaculizada. Sin embargo, Ronald Vitiello, quien se desempeñó como director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EUA (ICE), cree que la política “Quédate en México” podría “ciertamente ser restablecida el primer día bajo el gobierno de Trump”.
En 2018, Kirstjen Nielsen, quien entonces fungía como secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés), informó lo siguiente: “Que Estados Unidos había comunicado a México que las personas que entraran ilegalmente al país o ingresaran sin la documentación adecuada y pidieran asilo, serían enviadas a México para que esperaran la resolución de sus trámites migratorios en EUA”.
La política de Trump marcó un cambio significativo respecto de prácticas anteriores que permitían a los migrantes permanecer en Estados Unidos durante ese tiempo. Después de asumir el cargo, el presidente Joe Biden suspendió la política a principios de 2021 y la terminó oficialmente en junio de ese año.
No obstante, se produjeron batallas legales y los tribunales federales ordenaron a la administración Biden restablecer los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP) más tarde ese año.
En diciembre de 2022, la administración Biden finalmente logró el fin de la política, aunque algunos migrantes continúan enfrentando obstáculos en la frontera debido a otras medidas de control de inmigración. La política de “Quédate en México” fue criticada por supuestamente exponer a los migrantes. Muchos de ellos son vulnerables a la explotación y el abuso de los cárteles, a condiciones inseguras antes de que la administración Biden la pusiera fin.
“También veremos cómo cambia fundamentalmente el comportamiento de la administración porque comenzaremos a enviar a los inmigrantes ilegales cuando sean detenidos de regreso a su país de origen”, dijo Cruz.
Trump, por su parte, ha amenazado con imponer aranceles a los productos procedentes de México a menos que se detenga el flujo de migrantes. Pero la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha advertido que su país “debe ser respetado, especialmente por sus socios comerciales”.
El senador de Texas argumentó que la política de deportación masiva de Trump es esencial para combatir los crímenes impulsados por los cárteles y detener la trata de personas.
“Puedo garantizar que se reducirá significativamente. No vamos a eliminar a los criminales del mundo. También veremos que los ingresos que obtienen los cárteles disminuirán significativamente”, dijo. Cruz lanzó una crítica dura a las políticas de la administración Biden-Harris y afirmó que han llevado directamente a que los cárteles se beneficien.
“Han transformado a estos cárteles, que son asesinos despiadados, en enormes corporaciones globales multimillonarias. Eso tiene que cambiar”, afirmó.
Vitiello también ha criticado el enfoque actual, particularmente por parte de aquellos en estados azules que prometen oponerse a la política de deportación masiva de Trump.
Los migrantes, independientemente de su estatus legal, tienen protecciones constitucionales mientras se encuentran en Estados Unidos, como el debido proceso. Deportar a millones de personas sin audiencias adecuadas probablemente enfrentaría desafíos legales.
En la actualidad, el sistema de tribunales de inmigración de Estados Unidos tiene un retraso importante, con aproximadamente 3.7 millones de personas esperando audiencias. Este retraso contribuye a demorar los procesos de deportación, ya que las personas suelen quedar en un limbo legal durante años antes de que se resuelvan sus casos.
Añadir millones más implica el riesgo de saturar el sistema y no está claro que Estados Unidos tenga suficientes celdas de detención para alojar a todos aquellos que podrían ser detenidos durante los procedimientos de deportación. Los centros de detención del ICE tienen capacidad para albergar a aproximadamente entre 38,000 y 40,000 detenidos a la vez.
Los cruces fronterizos, particularmente en la frontera sur, han aumentado drásticamente desde que Biden asumió el cargo en 2021. La cifra más alta de los últimos años se registró en 2023. Esto tras el levantamiento de la política del Título 42 de la era pandémica y antes de la implementación de controles fronterizos más estrictos por parte del presidente Biden en la primavera de 2024.
Ese año, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informó de 3.2 millones de cruces. Cifra que supera significativamente el máximo anterior de 1.4 millones en 2019 durante la administración Trump. En octubre de 2024, ha habido 143,050 cruces hasta el momento, según datos de la CBP. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)
