Ante el intenso debate que ha generado la propuesta de reforma al poder Judicial, el diputado Alejandro Mojica Narváez afirmó que esta reforma, tal como está formulada, constituye un retroceso en la estructura institucional del país.
Argumentó que la propuesta no fortalece al Poder Judicial ni mejora la capacitación de los jueces, sino que concentra el poder en manos del oficialismo.
Uno de los principales puntos de preocupación es el proceso de selección de jueces, magistrados y ministros, quienes, aunque serán elegidos por voto popular, estarán previamente definidos por el oficialismo.
El legislador panista describió este proceso como una “tómbola”, en la que 4 mil candidatos estarán en las boletas, pero solo 600 serán elegidos bajo criterios previamente establecidos por el gobierno. Esta medida, advirtió, compromete la imparcialidad del sistema judicial.
Otro aspecto controvertido es la creación de un Tribunal de Disciplina dentro del Poder Judicial. Este órgano, compuesto por cinco integrantes seleccionados bajo el mismo mecanismo, tendría como función vigilar el cumplimiento de los jueces con las directrices del gobierno.
Mojica Narváez alertó sobre los riesgos de que los jueces puedan ser acusados de corrupción o destituidos por no alinearse con las decisiones del gobierno federal, e incluso enfrentarse a procesos penales.
Por su parte, el diputado local de Movimiento Ciudadano, Martín Vivanco Lira, expresó su preocupación por las presiones que senadores estarían recibiendo para aprobar dicha reforma. Según consideró, quienes apoyan esta iniciativa son aquellos que creen que su futuro político depende de su aprobación, mientras que los principales opositores provienen de sectores diversos como el Poder Judicial, estudiantes, sociedad civil, empresarios e incluso gobiernos extranjeros.
El legislador señaló que algunos están dispuestos a aprobar la reforma como un gesto de lealtad hacia el presidente López Obrador, sin tener en cuenta las implicaciones de tal decisión. Expresó su desconcierto ante la urgencia de avanzar en esta reforma, justo en vísperas del cambio de gobierno, limitando el margen de acción de futuras administraciones.
Vivanco Lira también criticó la idea de que el pueblo elegirá a jueces y magistrados, afirmando que la verdadera decisión seguirá concentrada en las élites del Poder Legislativo y Ejecutivo.
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