La nueva cepa de mpox es una grave amenaza para los niños, alertó Unicef. “Los niños y las comunidades vulnerables están dentro en un brote en expansión de mpox en África oriental y meridional. Se han detectado más de 200 casos confirmados en cinco países (Burundi, Ruanda, Uganda, Kenia, Sudáfrica)”, explicó Unicef este viernes 23 de agosto.
La nueva variante del virus mpox (clado Ib) se ha identificado en todos los países afectados, excepto Sudáfrica, lo que está causando preocupación debido a su potencial de transmisión más amplia entre los grupos de edad, en particular los niños pequeños.
“La nueva cepa de mpox es una grave amenaza para los niños y las familias vulnerables. Además de la respuesta inmediata que salva vidas, los esfuerzos de comunicación de riesgos y la colaboración transfronteriza, las inversiones en el fortalecimiento general del sistema de salud, la continuidad de los servicios esenciales y el enfoque específico en los programas que apoyan el bienestar general de los niños deben tener prioridad”, dijo la directora Regional de Unicef para África Oriental y Meridional, Etleva Kadilli.
Burundi está reportando el mayor número de infecciones en la región. Al 20 de agosto de 2024, se han detectado 170 casos confirmados de mpox en 26 de los 49 distritos del país, de los cuales 45.3 por ciento son mujeres. Los niños y adolescentes menores de 20 años constituyen casi 60 por ciento de los casos detectados de mpox, y los niños menores de 5 años representan 21 por ciento de los casos.
Los riesgos para los niños en Burundi aumentan debido a la aparición simultánea de brotes de sarampión debido a la baja inmunización infantil de rutina y a las altas tasas de desnutrición. Aunque la respuesta es continua, el país sigue enfrentándose a múltiples desafíos, incluyendo la escasez de kits de pruebas de diagnóstico y medicamentos, baja conciencia de la comunidad, altos costos operativos y riesgos de interrupción de la continuidad de los servicios de atención médica esenciales.
Más allá de los efectos directos de la enfermedad, sigue habiendo preocupación por el impacto secundario de los brotes de mpox en niños y adolescentes, incluido el estigma, la discriminación y las interrupciones en la escolarización y el aprendizaje.
Para las mujeres y las niñas, el riesgo-amenaza de la violencia de género (incluido el abuso y la explotación sexuales) sigue siendo alto, ya que su carga de atención incluye el cuidado de los familiares enfermos y el apoyo a las necesidades básicas para la supervivencia de sus familias. Ello ya se ha visto en emergencias de salud pública anteriores.
Además de las preocupaciones inmediatas planteadas por el virus, Kenia, Burundi y Uganda han estado luchando con múltiples emergencias, incluyendo sequías e inundaciones.
“En la lucha contra el brote de Mpox, priorizar las necesidades de los niños no solo es necesario, sino que es urgente”, dijo Kadilli. “Su mayor vulnerabilidad requiere que dediquemos toda nuestra atención y recursos a garantizar su protección y bienestar en esta fase de respuesta crítica”. N
