KP.2 es una de las varias variantes del covid-19 a las que se hace referencia como “FLiRT“, que usan los nombres técnicos de sus mutaciones. La prevalencia de estas variantes se produce en un momento crítico, cuando los expertos están decidiendo cómo formular la vacuna contra covid-19 de otoño, informó el Instituto Jhon Hopkins.
A finales de marzo pasado la variante KP.2 estaba causando alrededor de 4 por ciento de las infecciones en Estados Unidos, según los CDC, mientras que su cepa parental, JN.1, estaba causando más de 50 por ciento de las infecciones en ese momento. A principios de mayo, KP.2 representa alrededor de 28 por ciento de las infecciones, superando a JN.1 como la variante dominante.
FLiRT es el término que se utiliza para describir a toda una familia de variantes diferentes, incluyendo KP.2, JN.1.7, y cualquier otra variante que comience con KP o JN, que parecen haber recogido de forma independiente el mismo conjunto de mutaciones del covid-19. Esto se llama evolución convergente. Todos son descendientes de la variante JN.1 que ha sido dominante en Estados Unidos durante los últimos meses.
Las mutaciones particulares a las que las personas se refieren como “FLiRT” o “FLip” se refieren a posiciones específicas en la proteína spike, en este caso, las posiciones 456, 346 y 572.
Una infección por JN.1 debería proporcionar una protección bastante fuerte contra todas las variantes de FLiRT. La diferencia entre JN.1 y estas variantes es solo uno o dos cambios en los aminoácidos, por lo que todavía hay muchos otros lugares a los que los anticuerpos pueden unirse. Es menos probable que la infección por una variante anterior a JN.1 ofrezca tanta protección, indica el instituto.
“Cuando se trata de síntomas, no estamos viendo nada nuevo o diferente con estas variantes. Seguimos viendo una enfermedad más leve, pero es probable que no se deba a que el virus sea más leve, sino porque nuestra inmunidad es mucho más fuerte ahora. Después de años de vacunas e infecciones, la mayoría de la población es más capaz de combatir una infección sin preocuparse tanto por una enfermedad grave”.
El período de infecciosidad para estas variantes de FLiRT sigue siendo el mismo que para JN.1 y las variantes anteriores de omicrones: Después de la exposición, puede pasar cinco o más días antes de que desarrolle síntomas, aunque los síntomas pueden aparecer antes.
“Eres contagioso de uno a dos días antes de experimentar los síntomas y unos días después de que los síntomas desaparezcan. Y al igual que con las variantes anteriores, algunas personas pueden tener un virus vivo detectable hasta una semana después de que comiencen sus síntomas, y otras pueden experimentar síntomas de rebote. Las pruebas en casa siguen siendo una herramienta muy importante para saber si podrías infectar a otros”.
Los síntomas son: fiebre o escalofríos, tos, dolor de garganta, congestión o secreción nasal, dolor de cabeza
dolores musculares, dificultad para respirar, fatiga, pérdida del gusto o del olfato, malestar estomacal y sentirse poco despiertos o consientes. N
