¿La infancia es destino? “Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan”, sostuvo el escritor y piloto Antoine de Saint-Exupery. ¿Y tú recuerdas cuando eras niña o niño a qué querías dedicarte de adulto? Un análisis que rastrea las búsquedas de Google indica que, en 75 países, los infantes sueñan con ser escritores e influencers (influentes) más que con cualquier otro trabajo.
De acuerdo con el medio español El Economista.es, con información actualizada de 2024, en España la profesión que parece ser más anhelada es la de influente, que también encabeza las listas en 11 países, entre ellos Argentina y Colombia.
Algo similar ocurre en otros países de América Latina, donde la aspiración es ser creador de contenido como en México, Uruguay, Bolivia, Chile y Perú. Sin embargo, también siguen permeando otros oficios y carreras más comunes como bombero, bailarín, médico, cantante, futbolista y docente.
Es muy conocida la frase “el destino se forja en la infancia” y para algunos esto es una realidad. Numerosas figuras icónicas lograron realizar sus aspiraciones más profundas, aquellas que acariciaban desde su más tierna niñez. Una de ellas fue Walt Disney, un dibujante y visionario que se convirtió en un símbolo de la cultura norteamericana del siglo XX. Cuando dio vida al ratón Mickey Mouse no creyó la fama que alcanzaría su personaje.
Sin embargo, desde pequeño estuvo interesado en el dibujo y la pintura. Vendió sus primeros bocetos a sus vecinos cuando apenas tenía siete años. Además, en la escuela participaba como historietista en el periódico del instituto The Village Voice. Otra figura, cuyo destino estuvo marcado desde niña, fue Helen Beatriz Potter. La escritora, ilustradora y creadora de Peter Rabbit fue curiosa y creativa desde que era menor.
Potter es una de las autoras infantiles más vendidas de la historia. Escribió e ilustró casi 30 libros, que han sido traducidos a más de 35 idiomas, de los cuales se han vendido más de 100 millones de copias. Amelia Mary Earhart fue otra figura que siguió su sueño desde niña. La primera aviadora en volar sola a través del océano Atlántico mostró su personalidad inquieta desde pequeña y desafío los convencionalismos de la época.
Cuando estudiaba dio señas de su carácter feminista: hizo un álbum de recortes con las noticias de mujeres exitosas en campos que, tradicionalmente, se han considerado de hombres. Fue en una visita a un campo del Cuerpo Aéreo Real, mientras era enfermera voluntaria durante la Primera Guerra Mundial, cuando se despertó su interés por la aviación.
En 1924, en México se designó el 30 de abril como “Día del niño”, bajo la presidencia de Álvaro Obregón y el ministro de Educación Pública José Vasconcelos. Esta decisión fue tomada con la finalidad de lograr reafirmar los derechos de los infantes y “crear una infancia feliz para un desarrollo pleno e integral como ser humano”, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
De acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el desarrollo de los menores que va de los 6 a los 13 años, es clave para consolidar las capacidades físicas e intelectuales, para la socialización con las demás personas, y para formar la identidad y la autoestima. N
