Una investigación de la universidad de Cambridge encontró que las niñas estudiantes muestran niveles más altos de rendimiento académico que los niños, desde la educación primaria hasta la universidad.
Esta investigación es el estudio más grande de su tipo en términos del número de etapas de educación cubiertas, basado en datos del Reino Unido. Más estudiantes femeninas cumplen o superan las expectativas incluso en la Etapa Fundamental de los Primeros Años (EYFS) y la Etapa Clave 1 (KS1) –categorías de escolarización para estudiantes de hasta 7 años– donde las evaluaciones miden el desarrollo o el progreso en lugar de los logros.
Estas diferencias no disminuyeron con el tiempo: en el momento en que se otorgan los títulos de pregrado, un mayor porcentaje de estudiantes femeninas obtienen títulos de primera clase. Las niñas logran obtener más resultados en docenas de temas en el Certificado General de Educación Secundaria (GCSE); desde Biología hasta estudios empresariales, desde química hasta sociología.
Esta última investigación sobre las brechas de logro encontró que a nivel de GCSE, solo había cinco asignaturas en las que los mayores resultados eran los estudiantes varones: matemáticas, economía, física, historia antigua y el grupo “otras ciencias”. Además, cuando los niños superan a las niñas en estos temas, el margen es menor que el actual cuando las niñas superan a los niños.
En el nivel A, las mujeres jóvenes lograron resultados más altos en total que los hombres jóvenes. Sin embargo, las asignaturas en las que los estudiantes masculinos superaron a las estudiantes femeninas incluyeron varias asignaturas tomadas por relativamente pocos estudiantes masculinos, como las lenguas extranjeras modernas, lo que sugiere que los jóvenes que toman estas asignaturas tienen un rendimiento relativamente alto.
Estos hallazgos pueden sugerir que los estudiantes de bajo rendimiento han sido filtrados por esta etapa, o que los estudiantes masculinos eligen, en promedio, solo aquellas materias en las que es probable que se desempeñen bien.
Una asignatura que mostró un patrón diferente en todos los grupos de edad fue matemáticas. Desde las evaluaciones de la etapa de la fundación de los primeros años hasta los grados de nivel A, los estudiantes masculinos superaron a las estudiantes y alcanzaron los niveles más altos.
La elección del tema fue otra área en la que surgieron patrones que delimitaban a las niñas de los niños. Desde el GCSE en adelante, se encontraron diferencias sustanciales en las materias elegidas por estudiantes masculinos y femeninos.
En GCSE, las asignaturas con mayores porcentajes de estudiantes femeninas eran principalmente artes, ciencias sociales e idiomas, mientras que aquellas con mayores porcentajes de estudiantes masculinos eran principalmente ciencias, tecnología, asignaturas clásicas y negocios. Estos patrones se ajustan a los estereotipos de larga data que rodean a los temas “típicos” para los estudiantes masculinos y femeninos.
Más allá del GCSE, estos patrones de rendimiento de niñas y niños se repitieron en el nivel A e incluso a nivel de pregrado, aunque con alguna variación en estas etapas posteriores. Por ejemplo, en el nivel A, más hombres jóvenes estudiaron música, mientras que en la educación superior, Medicina y Odontología mostraron un mayor porcentaje de estudiantes.
Aparte del nivel A de física, todas las ciencias mostraron cambios hacia las estudiantes femeninas desde el nivel de GCSE en adelante, ya sea cada vez menos dominado por los hombres o, en el caso del nivel A de biología y los títulos de medicina y odontología, más dominados por las mujeres.
Sin embargo, estos cambios hacia las mujeres que se ven en las ciencias no se vieron en matemáticas e Ingeniería. Estos temas se han vuelto más dominados por los hombres en los últimos años, contrastando con los patrones generales de participación en el nivel A y la educación superior. N
