Nicholas Dominici iba a cumplir dos años en noviembre y llevaba asistiendo a la guardería “Niño divino”, en Nueva York, Estados Unidos, solo una semana. El viernes 15 de septiembre murió por una sobredosis de fentanilo, informó la policía este martes 19.
Las autoridades dijeron que encontraron un kilogramo de fentanilo debajo de un colchón de la guardería del Bronx, donde otros tres menores tuvieron que ser llevados al hospital. La policía explicó que los niños, con edades entre los ocho meses y los dos años, inhalaron el peligroso narcótico.
A tres de los niños se les dio Narcan, un medicamento de emergencia que se usa para revertir sobredosis de opioides. En tanto, en un allanamiento a la guardería se encontró un kilo de fentanilo que se había descubierto “debajo de un colchoneta donde los niños habían estado durmiendo poco antes”, dijo el detective jefe de la policía de Nueva York, Joseph Kenny.
Los fiscales federales acusaron a la propietaria de la guardería, Grei Méndez, de 36 años, y a Carlisto Acevedo Brito, de 41, de posesión de narcóticos con intención de distribuirlos con resultado de muerte.
Los dos ya enfrentan cargos en el Tribunal Penal del Bronx por asesinato e intento de asesinato. Un tercer sospechoso, identificado por las fuentes como el marido de Méndez, sigue prófugo.
Días antes del hecho, la guardería libró una inspección rutinaria, una especie de visita sorpresa en la que un grupo de inspectores analizan que cumpla con todo lo necesario para poder dedicarse al cuidado de niños.
“En la inspección señalaron que todos los medicamentos y sustancias tóxicas estaban almacenadas correctamente y en lugares inaccesibles para los más pequeños, por lo que no suponían un peligro para los niños. Pero en las inspecciones no se contempla la búsqueda de fentanilo, según señaló en la misma rueda de prensa Ashwin Vasan, el comisario de Salud de la ciudad”, informó el diario español El Mundo.
Tras la muerte de Nicholas, los investigadores también aseguran haber descubierto tres prensas que se usaron para empaquetar kilos de droga. La policía dijo que con la cantidad de fentanilo que se recuperó en la guardería se pudo haber asesinado a 500,000 personas, publicó la BBC.
Imágenes de vigilancia y los registros telefónicos muestran que Méndez llamó a su esposo después de que los niños se enfermaran, antes de contactar al 911.
Su esposo llegó y retiró varias bolsas de mercado llenas de la guardería, dijeron los oficiales. Las autoridades consideran que los dos sospechosos están en riesgo de fuga por lo que se les negó el derecho a la fianza. Si llegaran a ser encontrados culpables, podrían enfrentarse a una cadena perpetua. N
