Hace algunos años nadie hubiera pensado que un conflicto entre Estados Unidos y China traería beneficios para México; hoy, ese distanciamiento comercial es una realidad con el nearshoring.
Desde finales del año pasado, las principales economías asiáticas comenzaron a ver a nuestro país como el lugar ideal para invertir, establecer sus empresas y expandir las que ya tienen, para aprovechar la geografía y acercarse al mercado de mayor consumo del mundo y en una región con un vigor comercial extraordinario como es el de Norteamérica que, gracias al TMEC, permite intercambios por 3 millones de dólares por minuto.
De acuerdo con la firma de servicios inmobiliarios CBRE, el efecto del nearshoring se está reflejando en mercados dinámicos como Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Jalisco, el Bajío, la Ciudad de México y Yucatán. Además, los sectores que mayor impacto están teniendo son aeroespacial, dispositivos médicos, electrodomésticos, muebles, textil (55 por ciento); automotriz (31 por ciento); logística (8 por ciento) y distribución (6 por ciento).
Por su parte, la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) señala que 63 por ciento de los proyectos de inversión en el país vienen de empresas asiáticas: 49 por ciento de ellas provenientes de China; 13 por ciento, de Italia; 9 por ciento, de Alemania; 9 por ciento, de Corea del Sur; y 5 por ciento de Taiwán.
Pero la ubicación geográfica tiene muchas aristas para potenciar a México. La proximidad con Estados Unidos reduce el tiempo de producción hacia el consumidor, mejora la satisfacción del cliente y permite una respuesta rápida, superando a competidores asiáticos bloqueados o con retrasos por la lentitud en las cadenas de suministro.
Solo por poner en contexto. De los 3,100 kilómetros de frontera entre ambos países y con 55 cruces fronterizos establecidos, los productos producidos tardan menos de una semana en llegar a su destino. Esto sin contar que el comercio electrónico acelera aún más la entrega y refuerza la ventaja competitiva de México.
Otro de los elementos clave es la generación de trabajo. Cinco millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio con México.
Desde hace varios años, la fuerza laboral de nuestro país se ha ido transformando, de ser mano de obra pura y dura a técnica y especializada en industrias como automotriz, aeroespacial y tecnología.
A inicios del año, la firma Market Analysis dio a conocer que 44 fábricas de Corea del Sur, China, Japón y Taiwán retiraron sus líneas de producción y centros de distribución de Asia para reubicarlos e instalarlos en ciudades como Monterrey, Saltillo, Ciudad de México, Tijuana, Ciudad Juárez y Guadalajara.
Datos de la Secretaría de Economía refieren que en el actual contexto del nearshoring, en 2023, diversas empresas han anunciado 117 inversiones en el país que se efectuarán entre este y los próximos tres años y que se estiman en 48,000 millones de dólares, de los cuales, 63 por ciento se enfocarán en las manufacturas.
Al respecto, el Consejo Nacional de la Industria Manufacturera de Exportación (Index) señaló que, para este año, se prevé la llegada de 11,000 millones de dólares de inversión extranjera proveniente del nearshoring, de los cuales, 3,000 millones de dólares estarán en el sector de la manufactura.
El Consejo Nacional de Index refirió que la agenda en conjunto con la Secretaría de Economía ha redituado en el mejoramiento de las cadenas de valor y abre oportunidades para ofrecer más y mejores productos. Asimismo, estimó que este año habrá un crecimiento en el sector de entre 3 y 5 por ciento y prevé la creación de 60,000 nuevos empleos.
Cabe recordar que la industria manufacturera de exportación genera 18 por ciento del PIB nacional y 20 por ciento del empleo formal ante el IMSS.
Hace unos días, durante el Foro Económico México-Corea 2023, el Comce, se aseguró que México se ha convertido en un país estrella en la atracción de empresas. Sin embargo, el sudeste de Asia y Europa del Este serán los principales competidores en materia de nearshoring. N
