En su discurso de 1962 sobre ir a la Luna, el presidente John F. Kennedy hizo referencia al espíritu del explorador y calificó la misión como “una de las grandes aventuras de todos los tiempos”. Sin embargo, durante un período de conflicto con la Unión Soviética, Kennedy ofreció una razón más sobria y pragmática para ir al espacio.
“Porque los ojos del mundo ahora miran al espacio, a la luna y a los planetas más allá, y hemos jurado que no lo veremos gobernado por una bandera hostil de conquista, sino por una bandera de libertad y paz”, dijo Kennedy.
La exploración es el propósito romántico para la exploración espacial, pero no es el único impulsor. Los Estados Unidos de Kennedy tenían conflicto. En los 60 años transcurridos desde entonces, hemos convertido la exploración espacial en una bendición tecnológica, una potencia económica y un catalizador ambiental. Pronto, el espacio podría librarnos de la extinción.
La visión pública de la exploración espacial a menudo depende de la fantasía astral de ensueño o del lugar de la humanidad en el cosmos. Pero la exploración espacial es una economía de $ 469 mil millones a partir de 2021 y podría ser la próxima industria de billones de dólares. Impacta nuestras vidas terrenales diaria y profundamente. El espacio es un agente de cambio global. Tratémoslo de esa manera.
Un marco para la educación del espacio público debe priorizar los beneficios económicos, ambientales y sociales de la exploración espacial. Debe enseñar y capacitar a la próxima generación de astronautas, científicos e ingenieros que enseñarán y capacitarán a la generación que podría dejar el planeta para siempre.
Sí, debería apelar a nuestro sentido de asombro. Más importante aún, este marco debe resaltar tres ideales que realmente nos impulsan al espacio hoy: innovación, aspiración y preservación.
Sin la exploración espacial, no tendríamos sistemas de purificación de agua, termómetros de oído, miembros artificiales o las mandíbulas de la vida. La NASA mantiene un sitio web dedicado a miles de tecnologías derivadas desarrolladas a través del programa espacial.
La exploración espacial ha proporcionado a la humanidad nuevas tecnologías para la generación de energía, la robótica, el transporte, las comunicaciones y la medicina. Estamos estudiando el cáncer a través de la investigación de microgravedad en la Estación Espacial Internacional. Hemos desarrollado un medio para cocinar en el espacio.
La Nueva Economía Espacial está impulsando capital a empresas privadas que innovan en un panorama comercial en crecimiento. Allí, mentes jóvenes y apasionadas se están convirtiendo en empresarios, avanzando en tecnologías en un campo ágil que alguna vez estuvo controlado por los gobiernos. Claro, la exploración los inspira. Pero también están cambiando el mundo aquí. El público y sus estudiantes deben entender que la exploración espacial es a menudo una plataforma de lanzamiento literal para la innovación global.
“Si exploras a lo grande e impulsas la educación con estudiantes que están interesados en tomar el campo porque ven que están sucediendo grandes cosas, transformas tu cultura”, dijo el astrofísico Neil deGrasse Tyson. “Y al hacerlo, transforma su economía. Las innovaciones en ciencia y tecnología han sido los motores del crecimiento económico desde la Revolución Industrial”.
Estados Unidos construyó su programa espacial durante la Guerra Fría. Por supuesto, la seguridad nacional sigue siendo una prioridad clave. Rusia desplegó misiles hipersónicos contra Ucrania en 2022, lo que llevó a EE. UU. a anunciar contratos para construir y lanzar satélites de seguimiento para 2025. Pero, con suerte, nuestras aspiraciones colectivas en el espacio están cambiando.
Veintitrés países han firmado los Acuerdos Artemis, que la NASA redactó en 2020 como modelo para la exploración espacial colaborativa. El documento aborda preocupaciones como la reducción de conflictos en el espacio, la prestación de asistencia de emergencia y el uso del espacio “exclusivamente con fines pacíficos”.
A través de los acuerdos, aspiramos a crear una comunidad espacial global que aproveche el talento de todas las naciones y represente a todos. La NASA subrayó esta intención al anunciar que la misión Artemis llevará a la primera mujer y primera persona de color a la Luna. Recientemente, Nigeria y Ruanda se convirtieron en las primeras naciones africanas en firmar los Acuerdos de Artemis.
A medida que alcanzamos pacíficamente el espacio, aspiramos simultáneamente a construir un planeta mejor. La exploración espacial ha brindado tecnologías vitales para combatir el cambio climático, ya que los satélites monitorean la tierra, el hielo y los océanos y recopilan datos que rastrean nuestra atmósfera y biosfera. Los científicos en el espacio pueden observar los patrones de migración animal y humana, mejorar las respuestas a los desastres naturales y modelar el clima global.
El espacio también nos conectará mejor en casa. La compañía de comunicaciones británica OneWeb está lanzando una constelación de satélites que cubrirán el mundo con acceso a Internet de banda ancha. Es una de las muchas empresas que buscan poner en línea a los 2.700 millones de personas sin acceso a Internet. Aquellos que tal vez nunca vean un satélite se beneficiarán enormemente del conocimiento, la conectividad y el acceso económico que brindará la banda ancha global.
Más del 99 por ciento de las especies de nuestro planeta se han extinguido, entonces, ¿por qué los humanos creen que superaremos esas probabilidades? Otro asteroide está llegando a la Tierra. Para perpetuar la humanidad, es posible que tengamos que dejarla.
“O extendemos la Tierra a otros planetas, o corremos el riesgo de extinguirnos”, dijo Elon Musk, cuyo SpaceX ha definido una misión para hacer que los humanos sean multiplanetarios. Musk ha declarado que quiere construir 1000 Starships para enviar un millón de personas a Marte para 2050. Las misiones Artemis de la NASA comienzan en la Luna, donde los humanos establecerán una base desde la cual aventurarse más lejos. Un destino hace 60 años, la Luna será una estación en el futuro. Marte y más allá son los nuevos puertos.
Como otros han hecho analogías, dejar la Tierra podría ser nuestra forma de hacer una copia de seguridad del disco duro de la humanidad. Pero, ¿tenemos la voluntad para ello? Las encuestas sugieren que sí. Según Gallup, el 64 % de los estadounidenses cree que la financiación de la NASA está justificada y el 77 % dice que la financiación de la agencia debería mantenerse o aumentarse. Y en 2019, por primera vez, la mayoría de los estadounidenses favorecieron el aterrizaje de humanos en Marte.
El gen del explorador y la búsqueda de respuestas ya no deberían ser las principales motivaciones para la exploración espacial. Tenemos la oportunidad de sostener nuestro planeta, incluir a más de nuestros compañeros de viaje en él y construir una nueva economía. Estos son los nuevos impulsores de la exploración espacial y deberían formar la base para la educación del espacio público. N
