Marco Antonio Mendoza Bustamante, actual dirigente del PRI en Hidalgo, acusó al anterior Comité Directivo, que renunció a su militancia la semana pasada, de malos manejos en 25 millones de pesos (mdp).
Debido a estos malos manejo, el gasto del partido se encuentra comprometido por los siguientes cinco años, señaló el nuevo presidente del partido tricolor en el estado, y calificó a los exdirigentes de “traidores”.
Las presuntas anomalías incluyen gastos no comprobados, deudas con proveedores y multas que tiene el PRI con el Instituto Nacional Electoral (INE), las cuales rondan entre los 20 y 25 millones de pesos.
El también diputado federal anunció que se presentarán las denuncias correspondientes ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo.
Mendoza Bustamante hizo un llamado al encargado de despacho de la Procuraduría, Santiago Nieto Castillo, para que se investiguen los presuntos actos de corrupción.
“De lo contrario se estará confirmando lo que muchos de ustedes han vertido en distintas notas, se ha invertido mucha tinta, donde se afirma que hay un pacto de impunidad”, señaló.
Julio Valera Piedras, exdirigente estatal del PRI y actual coordinador del llamado Grupo Plural Independiente (GPI), aseguró que “las cuentas están claras”.
El diputado local acusó que la nueva dirigencia del PRI en Hidalgo solo busca hacer señalamientos mediáticos y sin argumentos sólidos, “pues el manejo financiero es claro y transparente”.
De acuerdo con el ahora legislador independiente, las acusaciones de la dirigencia tricolor son una “cortina de humo” ante la “desbandada histórica” de diputados, alcaldes, regidores y síndicos en el estado.
Tras las renuncias al PRI de Omar Fayad, exgobernador de Hidalgo, así como de ocho diputados locales, Marco Antonio Rico Mercado, presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en el estado, consideró que “no es viable” aceptar a los exmilitantes del tricolor.
