El Reino Unido vivirá este sábado 6 de mayo un día histórico con la coronación del rey Carlos III, un evento que no ocurre en ese país desde hace 70 años. Aquí te presentamos una mirada detallada del acto, los personajes y los datos históricos alrededor de la celebración.
La coronación de Carlos III dará lugar a una de las “operaciones de seguridad más importantes” que haya conocido el Reino Unido, explicó este miércoles 3 de mayo el gobierno. La estrategia fue bautizada como “operación orbe de oro”. El dispositivo para proteger la ruta de entrada y salida de la abadía incluirá francotiradores en los tejados y agentes de civil. También habrá detectores de metal, perros rastreadores y una zona de exclusión aérea sobre el centro de la ciudad.
Pese a que el rey quiso organizar un evento de menor magnitud que la coronación de su madre en 1953 o los funerales de esta en septiembre, el acto requerirá un imponente operativo de seguridad. Al acto asistirán más de 2,000 invitados. Entre ellos habrá jefes de Estado, reyes y miembros de diversas monarquías, políticos y representantes de la sociedad civil.
El rey Carlos III, que en su día fue tachado de “loco” por admitir que hablaba con las plantas y defender la agricultura orgánica, impregnará su ceremonia de coronación con símbolos de la naturaleza y la ecología. El monarca reflejará este interés regalando semillas de flores silvestres a los niños. A su vez, usará prendas ceremoniales recicladas.
“La reutilización de estas piezas responde a una idea de sostenibilidad y eficacia”, explicó Caroline de Guitaut, responsable de las obras de arte reales. Carlos III vestirá el Colobium Sindonis –una sencilla túnica blanca que se lleva inmediatamente después de la unción para simbolizar la pureza ante Dios–. La prenda fue propiedad de su abuelo Jorge VI.
A sus 75 años, la reina Camila llevará para su coronación uno de los vestidos más importantes de su vida. Y para ello eligió al diseñador británico Bruce Oldfield, famoso por haber vestido a la princesa Diana. “Este vestido la definirá. Pasará con él a la historia”, estima Miranda Holder, experta en moda real.
A su llegada a la abadía de Westminster, el vestido será cubierto por la “robe of state”, una lujosa pieza de terciopelo bordada creada en 1953 para Isabel II. El estilo de la reina fallecida era reconocible por sus colores vivos, y el de Catalina –esposa del príncipe Guillermo– es uno de los más comentados del planeta, pero a veces el de Camila es indiferente.
“No creo que la gente diga: ‘¡Guau! Mira lo que lleva puesto’. Pero ella sabe perfectamente qué ponerse en cada momento”, comenta Caroline Young, autora del libro The colour of fashion.
La Pantalla de Unción que ha sido diseñada y producida para su uso durante el Servicio de Coronación el 6 de mayo en la Abadía de Westminster ha sido bendecida en un servicio especial de dedicación en la Capilla Real del Palacio de San Jacobo.
La unción tiene lugar antes de la investidura. El decano de Westminster vierte aceite sagrado de la ampula en la cuchara de la coronación, y el arzobispo de Canterbury unge al soberano en las manos, el pecho y la cabeza. Históricamente ha sido considerado como “un momento entre el soberano y dios”. La pantalla de unción fue diseñada por el iconógrafo Aidan Hart y dio vida a través del bordado a mano y digital, administrado por la Royal School of Needlework.
Carlos y Camila anunciaron a mediados de abril que la receta elegida para el día de la coronación será una quiche de espinacas, habas y estragón. El rey y la reina consorte han “elegido personalmente” la receta de la tarta, que aparece en la cuenta de Twitter de la familia real.
Además de espinacas, habas y estragón, lleva leche, nata, huevos y queso cheddar. Es un plato que “se adapta fácilmente a diferentes gustos y preferencias”, explicaron con un video de una chef que prepara la receta. “Se puede comer caliente o fría con una ensalada verde y patatas hervidas”, agrega.
La corona de San Eduardo, pieza central de las joyas de la corona británica, es la que se usará Carlos III durante la ceremonia. La pieza fue usada por última vez en 1953 por Isabel II, la madre de Carlos III. Fue fabricada para la coronación de Carlos II en 1661, en substitución de una corona medieval que fue fundida en 1649 por los parlamentarios tras la ejecución de Carlos I.
Esta pieza de oro macizo está engastada con piedras semipreciosas, como rubíes, amatistas y zafiros, y adornada con un casquete de terciopelo púrpura ribeteado con una banda de armiño. Tras la coronación, el rey llevará la Corona Imperial de Estado, vista por última vez en el funeral de Isabel II en septiembre.
Pesa 1,06 kg y mide 31,5 centímetros de altura. Está engastada con 2.868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y cuatro rubíes. Esta corona incluye el diamante Cullinan II, la segunda piedra más grande tallada del diamante Cullinan.
La ceremonia reavivó los llamamientos en Sudáfrica para el retorno del diamante más grande del mundo, pieza central de un cetro que el monarca llevará durante la coronación de este sábado. El Cullinan, también conocido como el “Star of Africa”, con un peso de 530 quilates, fue encontrado en 1905 en Sudáfrica, que en ese momento se encontraba bajo dominio británico.
Fue donado por el gobierno colonial, dos años más tarde, al rey Eduardo VII para su cumpleaños. “Todas las riquezas minerales de Sudáfrica pertenecen al pueblo sudafricano, no a un palacio británico”, declaró el jueves 4 de mayo a AFP el diputado Vuyolwethu Zungula, líder de un pequeño partido de la oposición. El “Star of Africa” es el diamante más grande jamás extraído, con un peso de 621 gramos en bruto.
Líderes indígenas de antiguas colonias británicas exigieron este jueves 4 de mayo al rey Carlos III que ofrezca disculpas por “siglos de racismo” y el “legado de genocidio” por parte de la Corona.
La exigencia llegó en una carta enviada días antes de la coronación del nuevo monarca. Representantes indígenas de 12 países de la Commonwealth también reclamaron reparaciones financieras. Además, se pidió el retorno de los tesoros culturales expoliados.
La carta fue titulada “Disculpa, reparación y repatriación de artefactos y restos”. Fue firmada por representantes de Antigua y Barbuda, Aotearoa (Nueva Zelanda), Bahamas, Belice y Canadá. También se sumaron Granada, Jamaica, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.
El monarca es propietario de una considerable fortuna, mayor que la de su difunta madre, Isabel II, a cuya cuantiosa herencia sumó los bienes que acumuló mientras era príncipe de Gales.
Tras recibir el legado de la icónica reina, valorado en 360 millones de libras (449 millones de dólares), la fortuna del nuevo monarca británico ascenderá a 600 millones de libras (748 millones de dólares), estimó el diario The Times. Según una fuente cercana a la familia real citada por el rotativo, Carlos III llevó a cabo una ambiciosa política de inversiones para reponer sus arcas tras divorciarse de Diana. N
(Con información de AFP)
