Una vez ingerí hongos mágicos cuando era adolescente. Cuando estaba creciendo, el mantra más importante de mi abuela era: “Sin tu salud no tienes nada”. A lo largo de toda mi vida esa declaración realmente resonó conmigo y esa mentalidad ha continuado hasta mi edad adulta.
Su consejo me dio el hambre de aprender y desarrollar constantemente mi conocimiento sobre lo que realmente significa ser “saludable”, ya sea a través de alimentos, suplementos, ejercicio o hábitos sostenibles.
Ahora tengo la misión de encontrar el equilibrio en mi propia vida, mientras comparto mis experiencias y mis conocimientos cada vez mayores sobre el bienestar con mi familia, amigos y seguidores en redes sociales con la esperanza de que ellos puedan encontrar lo mismo.
La primera vez que tomé hongos mágicos estaba en la escuela secundaria, tenía alrededor de 15 o 16 años. En ese momento realmente no me gustaba la sensación de “no tener el control”. En retrospectiva, era simplemente inexperta y sin educación.
Escuché por primera vez sobre la microdosificación a través de un amigo. Me explicó que significaba administrar una dosis baja de una droga psicodélica, por lo que es poco probable que produzca efectos en todo el cuerpo.
Inicialmente, debido a mis experiencias previas, dije: “Al demonio, no voy a hacer eso”. Pero seguí escuchando historias positivas sobre microdosis de hongos mágicos en internet y de amigos. Se hablaba mucho sobre la exploración propia, el crecimiento y cómo había impactado positivamente en la vida de las personas. Lo mío es mejorar mi bienestar y expandir mi conocimiento, así que, eventualmente, mi mente curiosa sacó lo mejor de mí.
La primera vez que tomé una microdosis de psilocibina —el psicodélico que se encuentra presente en los hongos mágicos— fue el año pasado, a la edad de 22 años. Estaba un poco nerviosa de probarlos, pero era una dosis tan pequeña que no me preocupé demasiado.
Tomé mi dosis sola, en un día libre, y luego salí a caminar. A mitad del camino, alrededor de 30 minutos después de tomar mi microdosis, me encontré a mí misma con fuertes sentimientos de gratitud y aprecio por la naturaleza que me rodeaba. Las flores parecían más vívidas, el cielo parecía tener un tono de azul más profundo, y sentí como si el sol estuviera besando mi piel. El ligero cambio en el paisaje fue como mirar a través de un filtro de belleza. Trajo consigo un cambio de perspectiva.
Decidí continuar con las microdosis cuando sentí el cambio inicial en mi estado mental. ¿Conoces esa sensación cuando alguien ofrece una nueva forma de ver algo y cambia instantáneamente tu perspectiva? Así se siente la microdosificación cuando se combina con buenos hábitos. Te da la oportunidad de cambiar de opinión.
He estado tomando microdosis de hongos mágicos durante aproximadamente un año, pero nunca “decidí” hacerlo a largo plazo y no lo hago en un horario establecido. Es algo que disfruto y hago cuando es necesario. Me detendré cuando ya no me sirva.
El proceso de microdosificación implica tomar una pequeña dosis de psilocibina, no lo suficiente como para desencadenar alucinaciones, pero sí lo suficiente como para facilitar cambios notables. A mí me ayuda a sentirme más tranquila, enfocada, productiva, creativa, energizada, agradecida, animada e incluso más paciente y presente.
Encuentro que este cambio en mi estado mental puede ayudarme a superar bloqueos creativos, miedos sociales y ayudarme a encontrar más alegría en las cosas pequeñas que contribuyen a mi bienestar general y salud mental.
Por lo general, tomo 125 mg de psilocybe seca cada dos o tres días, a excepción de cuando tomo una dosis mayor si salgo con amigos y no quiero beber. Una dosis de este tamaño la mayoría de las veces proporciona sensaciones corporales, cambios en la percepción visual y auditiva. Las luces parecen más brillantes, la música suena mejor. Personalmente, nunca tomaría una dosis mayor a esta al salir. Para mí, tomar más de un gramo puede causar más bien una experiencia espiritual, que no me gustaría antes de tener conversaciones con la gente.
Cuando tomo pequeñas cantidades de psilocibina, normalmente siento los efectos de mi dosis en 30-45 minutos. Con una dosis de 125 mg, este no es un momento de “Dios Santo”, sino una sensación sutil, pero notable de ánimo. A veces incluso olvido que la tomé; simplemente me concentro tanto en las tareas que he estado postergando, o termino yendo a caminar y me siento llena de gratitud.
Obtengo mis microdosis en forma de cápsulas y chocolate de Microgenix, una empresa de microdosis con sede en Columbia Británica, Canadá. Ofrecen opciones orgánicas y veganas, lo cual es muy importante para mí. Al buscar un producto, creo que encontrar una fuente confiable y consistente es clave.
Los hongos crudos me saben muy mal, así que conseguir microdosis en forma de cápsulas y chocolate es increíble para mí. Por lo general gasto 70 dólares en un frasco de cápsulas —hechas de una mezcla de reishi, chaga, hongos melena de león, raíz de jengibre y psilocybe seco— que me puede durar hasta tres meses.
Actualmente vivo en una ciudad donde la posesión personal de pequeñas cantidades de drogas recreativas se despenalizará el próximo año. Pero creo que el impulso por la legalización total es cada día más fuerte.
Cuando pienso en una droga ilegal, pienso en algo que arruina la vida de las personas a través de la adicción y la dependencia de sustancias. Sin embargo, para mí la psilocibina no es adictiva y no ha tenido más que un impacto positivo en mi vida.
A menudo me preguntan si me preocupan los efectos a largo plazo de las microdosis, lo cual me parece divertido teniendo en cuenta la cantidad de sustancias químicas normalizadas que muchos de nosotros consumimos todos los días.
Basado en estudios realizados hasta la fecha, creo que los efectos a largo plazo serán aún más reveladores e introspectivos que los efectos positivos a corto plazo que he experimentado.
La microdosificación ha tenido un impacto en cada parte de mi ser, desde mi trabajo hasta mi vida social. Me ayudó a hacer introspección y comprenderme más plenamente. Esto no es únicamente resultado de la psilocibina, sino las prácticas y las pequeñas metas alcanzables que me propuse mientras tomaba microdosis.
En mi opinión, combinar las dosis con pequeños objetivos alcanzables es parte integral de un proceso de sanación sostenible a largo plazo. Por ejemplo, si tu objetivo es entenderte mejor a ti mismo, sugiero combinar tu dosis con 15 minutos diarios de escritura reflexiva.
En mi opinión, la microdosis de hongos mágicos en un horario establecido no pretende ser algo que tengas que hacer para siempre, es algo que te ayuda a llegar a donde quieres estar.
La microdosificación no es necesariamente para todos. Yo siempre recomendaría verificar si interferiría con algún medicamento que estés tomando y creo que es importante mencionar que no hay estudios concluyentes con respecto a los efectos de la psilocybe en la fertilidad o el embarazo.
Puede provocar que algunas personas se sientan ansiosas, especialmente si se consumen junto con grandes cantidades de cafeína o drogas para la concentración, así que la microdosificación es bastante subjetiva.
Las microdosis no han tenido ningún impacto negativo en mis relaciones. Por el contrario, encuentro que tomar una dosis más grande junto con mi pareja y pasar la noche en casa es una forma increíble de conectarnos en un nivel más profundo que nunca antes.
Microdosificar con amigos nos ha llevado a conversaciones y experiencias que probablemente no habríamos tenido de otra manera. En general, ha mejorado mis relaciones en todos los aspectos de mi vida.
Creo que siempre debes determinar tu intención con la microdosificación; puede que no haya una razón concreta para tu interés en los hongos mágicos, pero es bueno tomar nota de lo que estás intentando lograr en ti mismo para obtener los mejores resultados. Por ejemplo, ¿estás tratando de mitigar la ansiedad social, mantenerte enfocado o eliminar bloqueos creativos?
En mi experiencia, determinar tu intención te ayudará a elegir la dosis correcta. Por ejemplo, los días que me siento estresada y tengo una gran carga de trabajo, tomo 125 mg, lo que me ayuda a calmar mi ansiedad, mejorar mi concentración y aumentar mi productividad. Sin embargo, en las salidas nocturnas con amigos, normalmente tomo 400-800 mg, dependiendo de cómo me sienta.
Si bien la microdosificación puede no ser para todos, ha cambiado mi vida, por lo que espero que cualquiera que sienta la necesidad de probar la psilocibina encuentre lo que está buscando de una manera segura y saludable. N
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Dani Lee, de 23 años, es una influente en redes sociales enfocada en el bienestar y la salud. Puedes seguirla en TikTok como @danijlee. Es embajadora de Microgenix. Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek.
