Para más del 90 por ciento de los jóvenes de Iberoamérica, la familia y la educación son temas que se sitúan como prioridades vitales y principales referentes al momento de construir sus ideas e interpretaciones del mundo.
En contraste, la religión y política obtienen menor valoración. Sin embargo, las desigualdades sociales y económicas continúan mermando las expectativas del futuro de la juventud en situación vulnerable.
Lo anterior se desprende del informe “Jóvenes en Iberoamérica 2021”, de la Fundación SM, una entidad educativa sin ánimo de lucro con presencia en México, Perú, República Dominicana, Chile, Brasil, Argentina, Ecuador, Colombia y España.
Entre las principales causas por las que los jóvenes abandonan los estudios, en primera instancia está la “necesidad de trabajar” y, en segundo término, el “costo o dificultad económica”. Para ejemplificar, en México 32 por ciento deja la escuela para ingresar en el mercado laboral, mientras que 13 por ciento lo hace porque cree ya haber conseguido la educación máxima con una licenciatura. En tanto, Colombia destaca con 49 por ciento bajo el rubro de impedimento monetario.
“Más rebeldes e individualistas; menos felices y comprometidos con la justicia y la igualdad. Así se ven a sí mismos los jóvenes iberoamericanos”, indica el informe comparativo de alcance regional.
En esa vertiente, dentro de los rasgos con los que se identifican los jóvenes, en promedio de los nueve países ya mencionados, resaltan: rebeldes, demasiado preocupados por su imagen, consumistas, pensando solo en el presente, egoístas, independientes, inconformes, trabajadores, idealistas, agresivos, solidarios y tolerantes.
“Un 60 por ciento de los jóvenes se autoperciben como consumistas y un 62 por ciento, como demasiados preocupados por su físico. En comparación, la autopercepción como consumistas de las y los jóvenes de los países de América Latina, salvo por Argentina, está por debajo del 50 por ciento”, detalla el documento.
Aunada a esta introspección, la falta de libertad es un sentimiento compartido por la mayoría. No obstante, en países como República Dominicana, España y México, el sector joven mantiene un nivel de libertad adecuado o incluso más de la que debería tener. Esta situación distinta en Perú, Ecuador, Colombia, Brasil, Argentina y Chile, en donde perciben menor autonomía, hecho que interpretan como un factor opresor de su fuerza emancipatoria y pone en tensión las necesidades de autodeterminación.
En torno al tema de sexualidad, se les cuestionó sobre qué temas les hubiera gustado recibir más información. Con base en la gráfica de la Fundación SM, elaborada a partir de lo recabado en las encuestas, respondieron los siguientes seis tópicos: prevención de enfermedades (VIH/sida); métodos anticonceptivos; amor y relaciones sentimentales; problemas en las relaciones sexuales; orientación y opción sexual; y violencia o abusos sexuales.
Esta fracción no se siente escuchada por los políticos y desconfía de las instituciones. Además, se muestra especialmente crítica con la calidad democrática en sus respectivos países. El promedio de los jóvenes que coincidió estar de acuerdo con la frase “Los políticos tienen en cuentas las ideas de las juventudes” fue del 28 por ciento, a excepción de México, donde la cifra se elevó al 47 por ciento.
Brasil es la nación donde el colectivo tiene más confianza en las instituciones vinculadas a la garantía de la ley y el orden público. La seguridad en las Fuerzas Armadas, por ejemplo, alcanza un porcentaje del 67, mientras que Chile, apenas con 33 por ciento, muestra el dato más bajo. Los países con peores evaluaciones en democracia fueron Perú, Ecuador y Colombia.
Un asunto que también genera ruido es el de la violencia, presente en las sociedades iberoamericanas. La juventud que declaró haber sufrido o presenciado más agresiones físicas entre amigos o conocidos fue la chilena, seguida de la dominicana y argentina. En relación con la violencia familiar, los territorios donde se pronunciaron más claramente fueron la República Dominicana y Argentina.
Entre las actividades de ocio o pasatiempos, predomina la comunicación a través de las redes sociales, después el chat o mensajería instantánea. Al observar las prácticas de uso del tiempo libre fuera de internet resaltan: escuchar música, ver televisión, salir con amigos y mirar series.
Por otra parte, la práctica de la lectura es una acción apreciada, en promedio, por el 62 por ciento de la juventud iberoamericana. Según los gráficos, los jóvenes leyeron una media de cuatro obras de manera voluntaria y tres por obligación. Los españoles destacan por mostrar el hábito de lectura más frecuente, y afirman haber terminado siete obras por iniciativa propia y cinco por deber. Le sigue Chile, con cinco y cuatro, respectivamente. Finalmente, los mexicanos son los que menos libros leyeron en el último año.
Sobre las principales razones por las que los países encuestados deciden migrar, Brasil, República Dominicana y Ecuador arrojaron la falta de oportunidades de trabajo, mientras que Chile, Colombia y España son guiados por la búsqueda de mejores condiciones de vida.
Para este fin, en el caso de América Latina, los datos se obtuvieron a través de una encuesta realizada en hogares a jóvenes de entre 15 y 29 años. En España, se lograron mediante una encuesta en línea. Para recoger los datos se elaboró un cuestionario estructurado, con preguntas cerradas y precodificadas, de una duración de aproximadamente 40 minutos.
Con el objetivo de obtener una muestra representativa a nivel nacional, se realizaron entre 1,200 y 1,609 entrevistas, dependiendo del país. Al sumar todas las encuestas, se alcanzó un total de 13,500 jóvenes en toda la región. N
