Autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) intervinieron este martes un refugio donde viven casi 200 grandes felinos en Ciudad de México tras una denuncia por “maltrato animal“.
El jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch, dijo en Twitter que la corporación cerró “el predio utilizado como refugio, por el delito de uso indebido de suelo y maltrato animal”.
Profepa dijo en un comunicado que realizó un operativo dentro del predio, donde encontró más de 190 felinos mayores. Entre ellos leones africanos, leones blancos, tigres, jaguares y pumas), junto con 17 primates y dos coyotes.
“A cada ejemplar se le practicará una revisión veterinaria para conocer su estado de salud y proceder según sea el caso. Asimismo, se ha establecido comunicación con distintas UMA’s, PIMVS, Zoológicos del país y con la Asociación de Zoológicos, Criaderos, y Acuarios de México A.C (AZCARM). Para que una vez determinada la situación legal de los ejemplares, se proceda, en su caso, a su reubicación”.
Añadió que la prioridad de la Procuraduría es garantizar el bienestar de la fauna silvestre. Por ello, en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, agotará “todos los medios disponibles para garantizar la preservación de los ejemplares”.
El 4 de julio, una asociación de zoológicos y criaderos conocida como AZCARM acusó que el santuario “Jaguar Negro-Tigre Blanco”, ubicado en la zona del Ajusco, al sur de Ciudad de México, de maltratar y tener en el abandono a decenas de grandes felinos.
La organización acusó en un comunicado que había “evidencia de que muchos de los ejemplares bajo su custodia han muerto. Ellocomo consecuencia de dicho abandono”.
“En general nuestros animalitos han sufrido un poco la crisis porque sí están un poquito más flacos”, se defendió el fundador del santuario, Eduardo Serio.
AZCARM lamentó que la justificación y defensa de Eduardo Serio sea que tras la pandemia le hayan disminuido los cuantiosos donativos que recibía en un 70 por ciento.
Pues recordó que todos los zoológicos y acuarios del país tuvieron que ser cerrados. Esto sucedió sin recibir un solo peso durante muchos meses. Sin embargo, no por eso dejaron a los animales morir de hambre y en pleno abandono.
“Los animales están al 90, 95 por ciento de su peso. Los que vimos ahí, que se ven espantosos, eran animales que estábamos tratando de rescatar y los videos fueron tomados fuera de contexto”. N
