El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este lunes que ya no presentará una nueva iniciativa de reforma en materia eléctrica en lo que resta de su sexenio. Por lo que esa tarea corresponderá al próximo presidente o presidenta, de surgir de su movimiento.
Tras una jornada tensa, los diputados desecharon este domingo en votación la reforma constitucional del sector eléctrico impulsada por López Obrador.
“Ayer, en la Cámara de Diputados se cometió un acto de traición a México por parte de un grupo de legisladores. En vez de defender los intereses de la nación, lo público, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras que se dedican a robar.
“Diputadas y diputados respaldaron a saqueadores. Hoy, si así lo deciden, se va a discutir en la Cámara para que nacionalicemos el litio. Así de claro. Que solo se utilice para beneficio del desarrollo nacional”, apuntó.
En la Cámara de Diputados no se logró la mayoría calificada de dos terceras partes de los diputados para que se modificara tres artículos de la Carta Magna mexicana.
“Se desecha el proyecto de decreto” con 275 votos a favor, 223 en contra y cero abstenciones, informó Sergio Gutiérrez, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Durante su conferencia matutina de hoy, López Obrador aseguró: “Yo garantizo que no aumentará el precio de la luz, yo garantizo eso. Lo que yo pienso es que, para que estemos más seguros, se requiere la reforma constitucional”.
“Los candidatos o el candidato que surja de nuestro movimiento que lo vuelva a plantear. Hay que seguir luchando siempre en este caso, los que vengan tendrán que darle con dignidad”, expresó el mandatario.
Refirió que el plan de modernización de las 14 hidroeléctricas en el país abonará en la generación de energía limpia a precios estables.
La reforma planteaba delimitar la liberalización del mercado eléctrico para revertir la “desaparición de las empresas energéticas del Estado” que provocó la reforma constitucional de 2013, según el presidente mexicano.
El gobierno mexicano argumenta que, tras esa modificación de la Carta Magna, las empresas privadas nacionales y extranjeras reciben subsidios, mientras que los pequeños consumidores pagan altas tarifas.
El proyecto de reforma constitucional proponía que al menos 54 por ciento de la energía fuera gestionada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), contra el 38 por ciento que maneja actualmente y el 62 por ciento en manos de privados y extranjeros.
“¡Vamos a defender nuestra soberanía!”, lanzó el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna (Morena).
Acusó a la oposición de querer seguir siendo “lacayos del imperialismo” al servicio de empresas extranjeras.
Miriam Grunstein, del estadounidense James Baker Institute de Rice University, lamentó que los legisladores “no abordaron artículo por artículo de la propuesta, ni sus implicaciones en políticas públicas, ni sus implicaciones para las relaciones comerciales” del país latinoamericano.
“Estoy muy azorada por el grado de ignorancia que han demostrado diputados de todos los partidos. Ha sido un ir y venir de superficialidad inusitada en el congreso”, dijo la experta. N
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Con información de AFP
